Index . a nutrir paisaje protegido mirando por: Cap I Ecología de ecosistemas e hidrología urbana . 20 preguntas confesiones . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . Dinámica horizontal en humedales: esteros, bañados, meandros, cordones litorales . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . Cap II Patrimonios en ámbitos rurales, confesiones . 17 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 38 . 39 . 40 . 41 . El paisaje construído en Al Maitén . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . Cap III Paisajes culturales . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 . Cap IV El timón 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . Cap V Leyes particulares . introito . 0 . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . 17 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 . 38 . 39 . 40 . Cap VI Paisajes interiores Inmanencias . 1 . 2 . . La viga de cruce . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . Joaquín Lera . . jubileo . . creación . . intangibles . . despiertanos . . Carlos Lohlé . . Guillermo Roux . . Roux y Alonso . . César Pelli . . Joaquín V. González . . Sean Carroll . . NicoLNOL . 1 . 2 . 3 . 4 . . . Sean Carroll http://edge.org/conversation/sean_carroll-layers-of-reality Una conversación con Sean Carroll [5.28.15] Sabemos que hay una ley, que se dice “de la naturaleza”, sin al parecer recordar que ya esta palabra reconoce en la más antigua filología de Occidente un devenir tan profundo como sugerente desde su origen, en la voz Füsis. En ella está concentrada la misma energía del big ban. Y no es precisamente la 2ª ley la que nos lo descubre. Por el contrario, bien nos despista. Por ello apreciamos traducir esta charla de Sean Carroll, que de alguna forma nos instala en estos abismos cognitivos que buscan y nunca alcanzan a reconocer las fuentes de las pujantes energías de la Vida natural manifiestas en el cuerpo y en el alma. Si es que tuviera sentido para el secreto de las emociones el dualismo que regalan las palabras, Heráclito ya recordaba A eso nos responde Vicente Aleixandre: Amanecisteis cada día, porque cada día la túnica casi húmeda se desgarraba virginalmente para amaros, desnuda, pura e inviolada. Con este introito pasemos a Sean Carroll Profesor de investigaciones en Caltech y autor de La partícula al final del Universo, que ganara el premio Winton de la Real Sociedad, y Desde la eternidad al presente: el interrogante por la definitiva teoría del tiempo. Ha sido recientemente premiado con la beca Guggenheim, el premio Gemant del Instituto Americano de Física y el premio El emperador está desnudo de la Fundación de lalibertad de la religión. Sean Carroll's Edge Bio Page
Depósitos de realidad Siempre he estudiado las leyes de la física. Siempre he sostenido curiosidad acerca de cómo funciona el universo, de dónde viene, cuáles son las reglas que rigen su comportamiento en el nivel más profundo; y lo hago para ganarme la vida. Estudio cosmología y el Big Bang y en todo caso, lo que pasó antes del Big Bang. Un sistema de cosas que se conecta de manera muy complicada a nuestra escala de vidas humanas. Está el mundo natural que los científicos estudian, y nosotros -seres humanos-, somos parte del mundo natural Un viejo mito creacionista dice que hay un problema en el hecho de que vivamos en un universo gobernado por la segunda ley de la termodinámica: Desorden, o entropía, crecen desde los primeros tiempos a los tiempos venideros. Si eso fuera cierto, ¿cómo logró en el mundo que algo tan complicado y organizado como los seres humanos llegara a manifestarse aquí en la Tierra? Hay una respuesta sencilla a ésto, que desde la segunda ley de la termodinámica dice que las cosas crecen desordenadamente en sistemas cerrados. Pero la tierra no es un sistema cerrado. Obtenemos energía del sol en forma de baja entropía. E irradiamos en forma de alta entropía al universo. De acuerdo; pero todavía sobrevive una pregunta: incluso si es permitido para una estructura formarse aquí en la Tierra, ¿por qué lo hizo? ¿Por qué sucede eso? ¿Es algo natural? ¿Es algo que necesita ser guiado o simplemente sucede? En cierto sentido, se trata de un problema que la física considera. He devenido cada vez más interesado en ver cómo las leyes fundamentales de la física, que son muy simples y de escaso sentido, simplemente hacen girar partículas de acuerdo a ecuaciones y nos llevan desde el muy simple temprano universo cercano al Big Bang después de 10 años a la 100 ava potencia, al expansivo, desolador espacio frío y vacío de nuestro futuro, pasando a través de la etapa actual de la historia del universo donde las cosas se advierten ricas, intrincadas y complejas. Sabemos que hay una ley de la naturaleza: la segunda ley de la termodinámica, que dice que el desorden crece con el tiempo. ¿Hay acaso otra ley de la naturaleza que gobierne cómo evoluciona la complejidad? ¿Acaso hay una que hable de las múltiples capas de las estructuras y la forma en que interactúan unas con otras? Lamentablemente, ni siquiera sabemos cómo definir este problema todavía. No conocemos la descripción cuantitativa adecuada para la complejidad. Esto recién amanece en nuestra conciencia. Se trata de Copérnico -no de Kepler y mucho menos de Galileo o de Newton-, y de adivinar los senderos para pensar acerca de estos problemas. Pensemos por un momento en el universo como si fuera una taza de café: estamos tomando crema y mezclándola con el café. Cuando la crema y el café están separados, es simple y organizado; es baja entropía. Cuando se los ha mezclado, es alta entropía, ésto es: desorganizado. Pero aún estando todo mezclado sigue siendo sencillo de apreciar. Es en el medio, cuando los remolinos de la crema y el café se mezclan, que se advierte esa intrincada y compleja estructura. Tú y yo, seres humanos, somos esos remolinos en la taza de café. Pequeños epifenómenos que se producen a lo largo del camino, desde una simple baja entropía a un futuro de simple alta entropía. Somos la complejidad a lo largo el camino. Vivificante en cada interfaz vinculante. Esta amable descripción física, también lleva a pensar en cosas más allá de la simple descripción física. De pronto advertimos que estamos hablando de seres humanos que preguntan sobre el origen de las galaxias, el origen de las estrellas, el origen de la vida. Preguntan acerca de los orígenes del pensamiento y de la cognición. Pero también preguntan sobre el origen y la función del significado, importancia y propósito de nuestro rol en el mundo. En estos días, mi proyecto de investigación de escala mediana, consiste en entender la complejidad, su estructura y devenir a través de las deducciones de las leyes de la física. Mi mayor problema es la imagen de cómo los seres humanos encajan en ésto. Vivimos en una parte del mundo natural. Estamos hechos de colecciones de moléculas sometidas a ciertos procesos químicos. Arribamos a través de ciertos procesos físicos. ¿Qué haremos de ésto? ¿Vamos a disolvernos en la ansiedad existencial o vamos a subir la apuesta y crear la clase de mundo de escala humana con valor y significado que todos queremos para vivir? Mi propio trabajo es el de un teórico tradicional de lápiz y papel. Soy dueño de una computadora, que en general uso para el correo electrónico y mirar a Internet. Lo que hago para ganarme la vida es tomar pedazos de papel o una pizarra, y escribir ecuaciones. Mi trabajo es tomar una idea, convertirla en ecuaciones y luego usar esas ecuaciones para hacer predicciones, con suerte de conectar con el mundo que vemos a nuestro alrededor. Soy un miembro del Departamento de Física Teórica y del Grupo de Física de Partículas en Caltech en Pasadena. La mayoría de nosotros en ese grupo son personas como yo: Estamos sentados en nuestros escritorios, charlando en las pizarras, o yendo a Starbucks por un café y diciendo: "¿Qué pasa si agregamos un cierto campo para el inventario del universo que interactuó con otros campos en tal y de tal manera? ¿Ayudaría eso a entender la materia oscura? ¿Ayudaría a comprender la energía oscura? ¿Ayudaría por ejemplo, a entender la masa del bosón de Higgs? " Los campos generales en las que he estado trabajando, física teórica de partículas, cosmología y gravitación, son los que se ven influenciados significativamente por experimentos: el descubrimiento del bosón de Higgs, el descubrimiento de los patrones en el trasfondo de las microondas, los restos de la radiación del Big Bang. Nos gustaría aprovechar estas pistas que el universo nos está dando y convertirlas en teorías cuantitativas de cómo funciona el universo; éste es el tradicional entendimiento que expresa mi trabajo. Gran parte de mi trabajo es hablar. Hablo a otros teóricos. Tengo estudiantes de postgrado, investigadores postdoctorales, colegas. La gente siempre pregunta si tengo un laboratorio. No, no tengo un laboratorio. Tengo una oficina con un escritorio. Tengo la suerte de estar sentado en el escritorio que Richard Feynman usó cuando era profesor en Caltech. Cuando la gente me pregunta por qué, les explico que el escritorio de Feynman se da al físico de más alto rango que no es suficientemente “senior” como para justificar un nuevo escritorio con relieve propio. Eso aprecio ser en Caltech en este momento. Estoy cada vez más interesado en un tipo diferente de física, teorizando, que no es simplemente dar por sentado un nuevo conjunto de campos o un nuevo modelo de física de partículas o cosmología. Tomando modelos que ya conocemos y mirando a un nivel ligeramente diferente de abstracción. Pensando características robustas de entropía y complejidad y estimando cómo interactúan. Así por ejemplo, algunos colegas míos y yo estamos escribiendo un documento que se llama "La Segunda Ley de la Termodinámica bayesiana", tomando el teorema de Bayes, que es fruto de trabajos en estadística. Actualizando su probabilidad, su creencia en una cierta teoría basada en la información que se obtiene producto de las observaciones. La estadística bayesiana es una manera muy tradicional de pensar sobre el aumento de los conocimientos científicos. Partimos de posibilidades. Aprendemos más y más porque recopilamos datos nuevos. En cierto sentido, ésto es lo que todos hacemos cada vez que miramos en cualquier sistema físico. Pensamoes que tenía ciertas propiedades, medimos algo al respecto, aprendemos más sobre él. Casamos al teorema de Bayes en estadística con la segunda ley de la termodinámica en física, y vamos alcanzando una nueva forma de pensar acerca de sistemas microscópicos que podamos medir en laboratorio. Estamos aprendiendo mucho sobre cómo las leyes fundamentales se convierten en leyes macroscópicas. Uno de los aspectos interesantes, tanto a nivel filosófico como científico, es el papel de la causa o la causalidad. ¿Qué causa qué, en el mundo natural? Tema fascinante para un montón de gente. Al abrir un libro sobre teoría cuántica de campos o física de partículas, palabras como causa y efecto no aparecen en el libro. La noción tradicional de la causalidad simplemente no aparece allí. La palabra "causalidad" podría estar siendo un poco mal usada, como para decir que las señales no viajan más rápido que la velocidad de la luz. Pero la idea A precede a B y, por lo tanto, A causa B es una característica de nuestro gran mundo macroscópico. No es ésta sin embargo, una característica propia de la física de partículas. En el mundo microscópico subyacente podemos correr hacia adelante y hacia atrás en el tiempo con la misma facilidad en un sentido como en el otro. Esto es algo que todos consideramos verdadero. No es algo que a este nivel entendamos, derivando un conjunto de resultados de otro. Queremos saber por qué, nociones de causa y efecto trabajan en el mundo macroscópico aunque estén ausentes en el mundo microscópico; pero nadie entiende ésto por completo. Tiene algo que ver con la flecha del tiempo y la entropía y el hecho de que la entropía va en aumento. Esta es una conexión entre la física fundamental y las ciencias sociales, operativa en el mundo de la sociología o la psicología: por qué un efecto consigue ser remontado a un cierto tipo de causa. Un físico irá a vincular ésto con la baja entropía que teníamos en cercanía del Big Bang. La cosmología -que es mi tierra natal-, se encuentra en una situación muy interesante en estos momentos. Sorprendentemente, respecto a cualquier persona que merodeaba estos temas cuando yo estaba en la escuela de posgrado, hoy entendemos mucho más acerca del universo, que lo que nosotros veinte o veinticinco años atrás no entendíamos. Entendemos su densidad global, su probable destino, sabemos mucho acerca de las condiciones primordiales y así en más; sin embargo eso nos pone a los físicos en una posición incómoda. Nos encanta entender las cosas, pero se nos hace difícil avanzar. Sin embargo, progresamos cuando hay algo que no entendemos; rompecabezas que nos son dados. Los rompecabezas de datos que tenemos en estos momentos en cosmología dan imágenes tan grandes, tan sin detallar, que es difícil saber cómo seguir adelante. ¿Cómo hace la energía del espacio vacío para sostener el valor que tiene? ¿Por qué el temprano universo temprano sostiene tan baja entropía? Tenemos ideas sobre ésto. La más famosa y singular idea en la moderna cosmología teórica es la inflación: La idea de que el muy temprano universo era casi inimaginablemente pequeño, pero inflacionado por una cantidad enorme en un período muy corto de tiempo, se suavizó y llegó a convertirse en el universo que hoy conocemos. Esta es una idea muy poderosa que remonta a Alan Guth de finales del 70. La inflación parece tener consecuencias desafortunadas o afortunadas, dependiendo de cómo las veamos; a saber, que la inflación afecta esta pequeña región del espacio y hace que devenga muy grande. Parte de esa gran región se convierte en nuestro universo. Su contrapartida sólo se sigue inflando. Sigue adelante, y más y más pequeñas partes del universo abandonan y se convierten en regiones del espacio como el nuestro, o similares a los nuestros, pero en maneras diferentes, que incluso tal vez responden a otras leyes físicas. La gente suele solazarse en caminos equivocados. Pensemos en cómo se desarrolló esta imagen: tenemos nuestras observaciones, tenemos nuestro universo, y estamos tratando de explicarlo. Venimos con una teoría para explicarlo y predecimos la existencia esencial de otros universos, y entonces la pregunta resulta una vez más de una combinación de ciencia y filosofía. ¿Qué es lo que hacemos de estos otros universos que no vemos? Son predecibles por nuestra teoría. ¿Los tomamos en serio o no? Esa es una pregunta que es difícil de juzgar por los métodos científicos tradicionales. No sabemos cómo salir a buscar estos universos. Ni siquiera creo que sea posible hacerlo Estoy en el lado que dice, que se llega a tomar en serio una teoría hasta que otra mejor teoría se hace presente. No podemos decir que haya definitivamente otros universos, pero podemos decir que es muy posible y que debemos tomarlo en serio. Por supuesto, todo depende de que la inflación sea la apropiada. Por ello la gente estaba muy emocionada cuando hace poco hubo una demanda por la colaboración del radiotelescopio BICEP2 que estaba mirando polarizaciones de restos de la radiación del Big Bang y creyó etar viendo una cierta señal muy débil, que era exactamente lo que se habría predecido si la inflación había sucedido. De hecho, la noticia fue tal vez un poco más fuerte de lo que se habría esperado, pero había margen de maniobra para dar sentido a eso. La gente se puso muy, muy, pero muy emocionada, porque era la primera evidencia directa en favor de la inflación. Estas son la clase de cosas que suceden; demasiado afortunadas para ser verdad: cómo nuestros escasos intelectos humanos aparentemente alcanzaron de nuevo con éxito a la primera billonésima de billonésima de billonésima de segundo después del Big Bang y se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo. Por desgracia, el emocionante resultado probablemente no sea correcto. El mejor de los datos que nos ha llegado desde entonces parece decir que lo que pensábamos que era una señal débil de la inflación fue de hecho “suciedad” en el centro del universo. Cosas de nuestra galaxia, polvo y campos magnéticos alcanzados en el camino. Sabes qué? Así es como funciona la ciencia. Hacemos observaciones, las interpretamos, hacemos mejores observaciones. Aprendemos más. Ahora estamos de vuelta adonde estábamos. La inflación podría ser correcta, podría no serlo; no lo sabemos. Tomarlo en serio es sin duda nuestro trabajo. Una de las luchas que tenemos como físicos y cosmólogos modernos, es que las formas convencionales que tenemos de hablar acerca de cómo hacer ciencia podrían ser demasiado simplistas. Una forma de señalar que esto es muy dramático, una especie de camiseta o lema que nos fue dado por Sir Karl Popper sobre lo que separa la ciencia de la no ciencia, dice que las teorías científicas son falsificables, lo que no significa que podamos demostrar que estén equivocadas, que si se equivocaron usted podría probar que están equivocados. Una buena teoría científica de acuerdo a Popper "asoma el pescuezo", se muestra. Dice: ésto es lo que creo que es verdad sobre el universo. Hay algo muy definido en lo que está diciendo. Si buscamos por este aspecto y no lo encontramos allí, entonces esa teoría no es correcta. Lo que Popper tenía en mente estaba atacando cosas como el psicoanálisis freudiano. Pensó que no había nada que un paciente pudiera decir a un psicoanalista, a lo que el psicoanalista no fuera capaz de decir otra cosa que: "Ah, sí. Tengo una teoría perfecta que explicaría eso." Popper sentía que si pudieramos explicar todo, estaríamos explicando nada. No estaría asomando el pexcuezo, no se estaría mostrando. Esta idea de que la teoría científica debe ser falsificable ha alcanzado gran popularidad. Popper no era del todo correcto respecto a ésto. Ni ha sido tomado como la última palabra por ningún filósofo respetable de la ciencia; pero él estaba en algo importante. Él estaba señalando que una buena teoría científica debe ser cuidadosamente definida. No puede tener una cantidad infinita de espacio de maniobra. Algunos científicos -benditos sus corazones-, han tomado esta pieza sutil de la filosofía de la ciencia y la convirtieron en algo demasiado simplista. Cuando ahora tenemos una teoría como la teoría de cuerdas, que dice que hay pequeños bucles de cuerda en una escala submicroscópica, o el escenario del universo inflacionario que dice que hay otros universos que no podemos ver, estas teorías están diciendo algo muy definido. No es que todo vale en estas teorías, pero lo que están diciendo parece ser inaccesible a nuestras habilidades experimentales prácticas. Tal vez incluso, a nuestras impracticables, si hablamos del multiverso que está más lejos de lo que posiblemente vemos. En cierto raro sentido demasiado literal, estas teorías no son falsificables porque simplemente no sabemos cómo hacer los experimentos para falsificarlos, a pesar de estar diciendo algo definido. En mi opinión, si le preguntas a Karl Popper sobre eso, diría que estas teorías son perfectamente científicas, no hay nada malo con ellas. Él nunca dijo que sería fácil de falsificar cosas, el solo dijo que una teoría debe hacer afirmaciones definitivas. Pero ciertos colegas celosos míos están diciendo: que porque no logran ver a los otros universos en el multiverso o porque no logran ver las pequeñas super cuerdas moverse, estas teorías no son refutables y, por tanto, no deberían considerarse como ciencia. Algo así como una tempestad en un vaso de agua porque la ciencia va a marchar en un sentido o en el otro. La abrumadora mayoría de los físicos y cosmólogos no pasan su tiempo pensando en la teoría de cuerdas o el multiverso. Esto no es lo que hacen la mayoría de los científicos que trabajan. Se pone mucha atención pública, pero solo un pequeño número de personas trabajan en estas ideas en serio. Yo soy uno de ellos. Darán frutos o no. Continuarán siendo fructíferos e impulsarán nuevas ideas de investigación o simplemente se desvanecerán y morirán. No hay peligro para la empresa científica planteada por gente que piensa en la predicción de cosmología inflacionaria de que existen otros universos más allá. A veces, los cosmólogos o físicos que hablan de estas ideas especulativas – la del multiverso, teoría de cuerdas, extra dimensiones y así en más, recogen un poquito de calor de sus amigos y compañeros de trabajo en el departamento de física de vuelta a casa, porque si nos fijamos en el número de miembros de la Sociedad Americana de Física, el porcentaje de personas en las APS que están trabajando en estas ideas es muy pequeña, pero el porcentaje de libros populares de física que hablan de ellos es muy grande. Creo personalmente que está muy bien. Me gustaría pensar que estoy escribiendo libros que están exactamente en esta línea. La forma en que la persona de la calle está interesada en la física nunca va a coincidir exactamente con los intereses de investigación del físico activo, pero la gente de la calle aprecia la producción del típico físico activo, porque ayuda a construir mejores máquinas, mejor tecnología, cosas que cambian sus vidas. Las personas que piensan en el multiverso no cambian las vidas de nadie, sino que nos mueven a pensar acerca de nuestro lugar en el universo. Es parte de lo que somos como seres humanos. Deberíamos preguntarnos estas grandes preguntas. Le otorga perfecto sentido a un físico para compartir con el resto del mundo sus ideas especulativas, siempre y cuando sean honestos sobre el hecho de que son especulativas, y tal vez dentro de cincuenta años sepamos si estábamos en el camino correcto o no . Hay algo interesante en donde toda una comunidad de físicos, asesores y estudiantes han estado haciendo física teórica con muy poca conexión directa a las observaciones. La teoría de cuerdas, en particular, es así. En cosmología más cercana de la que he estado haciendo, la gente está muy cerca de los experimentos. Del trasfondo de las microondas obtenemos nuevos datos desde estructura a gran escala; mientras que en la teoría de las cuerdas no hay datos o observaciones orientadas en resultados que hayan cambiado el curso de la materia. Eso no es sorprendente en retrospectiva. Es duro, pero ellos están haciendo preguntas muy alejadas de las escalas de energía que podemos alcanzar en los aceleradores. Uno podría preocuparse razonablemente de que olvidan lo que es tratar de cotejar datos. El mundo es complicado. Es muy raro que nuestras ideas simplemente encajen de entrada de manera correcta. Si pasamos décadas tratando de llegar derecho a la descripción matemática de la naturaleza sin tener que preocuparnos por cotejar datos, es posible que olvidemos el desafío y quedemos satisfechos por razones equivocadas. Todo el trabajo realizado por los teóricos de las cuerdas podría, al final, significar muy poco. La teoría de cuerdas es una teoría extraña. Apareció en nuestras tripas. Pero una vez más, hace predicciones sobre energías a las que no tenemos acceso en nuestros experimentos actuales. Podría estar equivocada, pero es increíblemente buena. Una teoría en física reconoce presentimiento. Parece tener sentido y trabajar bien y en forma, o simplemente parece estrellarse y arder con mucha facilidad. La teoría de las cuerdas tiene sentido como teoría. Coincide con cosas en las que creemos son verdaderas acerca del mundo. Parece que es muy, muy robusta, muy flexible. Muchas cosas pueden suceder. Es difícil bajar a tierra. Es difícil conectarlo al mundo que vemos. Sin embargo, o lo bajamos a tierra y lo conectamos al mundo que vemos o las personas pierden interés. La gente no puede mantener esta idea optimista de que vamos a alcanzar la teoría correcta de la gravedad cuántica, la teoría de todo, si pasan literalmente décadas y décadas de personas escribiendo ecuaciones y nunca prediciendo el resultado experimental de nada. Pero todavía no estamos allí. Sería una terrible vergüenza si nos damos por vencidos en la teoría de las cuerdas, cuando tal vez el próximo año alguien ve la manera de ponerla en relación a observaciones, o tal vez ésto suceda dentro de diez años. Así es como funciona la ciencia, y ésto es en lo que trabajo Hay una gran historia de esta mujer, la princesa Isabel de Bohemia. En un mundo ligeramente diferente a nuestro mundo, ella sería reconocida como una gran filósofa, pero ella era una mujer del siglo XVII y no había ninguna posibilidad de convertirse en una famosa intelectual. Su padre fue por un corto período rey de Bohemia, así ella se convirtió en la princesa Isabel de Bohemia. Por entonces la Guerra de los Treinta Años comenzó y marcharon al exilio tras haber quedado del lado de los perdedores de las primeros escaramuzas. Al crecer, su familia, incluyendo a sus hermanos y hermanas, se burlaban de Elisabeth porque se la descubría educada en exceso. Era muy buena en lenguas extranjeras, geometría y astronomía. La llamaban "La Grecque" por el griego. En el exilio llegó a conocer a René Descartes, que también estaba en el exilio de Francia acusado de ser ateo porque pensaba demasiado duro acerca de la naturaleza de Dios y así en más. Se entabló una amistad entre ellos, pero combativa, porque la princesa Elisabeth no aceptaba una parte fundamental de la filosofía cartesiana. No es que ella no entendía lo que Descartes decía; ella no lo creía. Pensando que era defectuoso, le dijo: "eres un dualista. Crees que hay un cuerpo y una mente-espíritu y un alma inmaterial separada del cuerpo. Pero el cuerpo obedece a las leyes de la naturaleza." Esto es lo que ahora llamaríamos las leyes de la física. "¿Cómo hace esta mente, esta alma que no está hecha de material, cómo afecta al cuerpo? ¿Cómo funciona la mente para hablar, ¿cómo influencia causalmente al cuerpo?" Básicamente Descartes nunca encontró una respuesta satisfactoria a esta pregunta. Trató y tomó muy, muy en serio sus críticas. Imaginó glándulas específicas en el sistema nervioso humano. La glándula pineal era su ejemplo favorito de una manera por la que las señales del alma inmaterial podrían estar llegando a Nos, dándonos instrucciones. En el mundo moderno él estaría muy en contra de la inteligencia artificial. Descartes no creía que las máquinas pudieran pensar, por lo que necesitaba de algún medio por el cual el alma –la mente-, pudiera hablar al cuerpo; pero no funcionó. Las objeciones de la princesa Elisabeth forman una base muy sólida para inspirar la clase de objeciones que sostenemos hoy respecto a versiones dualísticas del mundo, a las teorías del mundo que ponen a la conciencia o la mente en una categoría o caja separada del mundo físico. Todo lo que hemos hecho en ciencia en los últimos 300 años nos ha dado razones para creer que la mente -conciencia-, no está separada de la materia de la que estamos hechos. Es un fenómeno emergente, si se quiere. Algo que sucede a causa de las interacciones colectivas entre todas las cosas de las que estamos hechos. Estamos muy lejos de entender todo ésto. Hay mucha investigación por hacer. Hay mucha gente, Stuart Kauffmann, Ilya Prigogine, muchas personas que han hablado de la auto-organización y cómo, piezas individuales sin aparente sentido logran juntarse para hacer algo parecido a pensar. Pero yo diría que ésto permanece mal entendido. Muy pocas de nuestras ideas actuales van a durar. Este es un gran caldo de cultivo que da para pensar a los jóvenes científicos. La academia es una cosa divertida, por supuesto. Se podría pensar que los jóvenes académicos que están estudiando física o química o biología o lo que sea, están gastando su tiempo pensando en estas preguntas profundas sobre la naturaleza. Realmente estarían gastando su tiempo si pensaran en conseguir puestos de trabajo; porque hay muchos más estudiantes de posgrado que obtienen doctorados que posiblemente logren convertirse en profesores titulares En mi campo de investigación, y yendo a un buen lugar -Harvard, Princeton, Caltech-, es posible que si alcanzamos un doctorado, tengamos un 25 por ciento de probabilidad de alcanzar algún día titularidad en algún lado. Todo el mundo lo sabe y es motivo de interacciones tensas. En 1992, cuando todavía era estudiante graduado, recibí una llamada telefónica que señalaba a Stephen Hawking en la línea. Lamentablemente yo no estaba en mi oficina. Fue Brian Schmidt, mi compañero de oficina, quien recogió la llamada. Stephen quería ofrecerme trabajo, un trabajo de investigación postdoctoral, y por diversas razones, terminé no aceptando. En su lugar, me fui al MIT. Tres años más tarde, de nuevo Stephen Hawking me ofrece trabajo. Yo había aplicado por posdoctorados por todos lados, y otra vez le dije que no. Decidí que tenía que ir adonde me pareció que el más caliente, el mejor trabajo que se estaba haciendo justamente en ese momento, era en el Instituto de Física Teórica de la Universidad de California, Santa Barbara; lugar increíblemente maravillosamente interactivo en física moderna. Allí fue donde finalmente conocí a Stephen Hawking, que un día visitó Santa Bárbara porque era allí donde se estaba haciendo buena física. El había llegado allí con su séquito de estudiantes de posgrado. Uno de los estudiantes de posgrado era Raphael Bousso, ahora famoso profesor por su propio derecho. Yo estaba hablando con Rafael y le dije: "Me tendrías que presentar a Stephen. En verdad, nunca lo he saludado." Como broma le dije: "Espero que no esté enojado conmigo porque me ofreció trabajo y lo rechazé." Rafael dijo: "Oh, no te preocupes por eso. Hay un tío que lo rechazó dos veces." Le dije: "Sí, ese era yo." La respuesta de Rafael fue correr hasta Stephen Hawking, "Stephen, Stephen, éste es el tipo. Este es el tipo que te rechazó dos veces!" Es así como llegué a conocer a Stephen Hawking. La buena noticia fue que era mi segundo postdoctorado en Santa Bárbara. Estoy buscando un trabajo en la facultad, un puesto permanente. Tiempo atrás, a principios de los años noventa cuando estaba por primera vez aplicando, no había nada interesante sucediendo en física o cosmología fundamental. Uno puede ser una propiedad valiosa para el mercado de trabajo sobre la base de promedios y buena letra. Pero en tanto yo era postdoctor, cosas interesantes empezaron a suceder. Sucedió la segunda revolución de las super cuerdas. Descubrimos las perturbaciones en el trasfondo de las microondas en cosmología. Pronto, las únicas personas que conseguirían empleos eran las personas que trabajaban en esas cosas. Me di cuenta de que con el fin de conseguir un trabajo tendría que empezar a trabajar en algo que otras personas pensaran era interesante y no sólo en lo que yo pensaba que era interesante. Por desgracia, yo no era experto en nada que fuera considerado interesante. Todas las cosas en las que era experto era en mis propios pequeños intereses peculiares de los que nadie más se preocupaba. Afortunadamente, en 1998, un año antes de que hubiera terminado mi postdoctorado, mi viejo compañero de oficina, Brian Schmidt, ayudó a descubrir la aceleración del universo. El hecho de que el universo no sólo se expande, sino que lo hace cada vez más rápido debido a lo que creemos se llama energía oscura, fue descubierto en 1998. Brian compartió el Premio Nobel por sus esfuerzos en el año 2011. Y me gusta recordar que en 1992 era él quien levantaba el teléfono por mí, recogiendo la llamada de Stephen Hawking. La buena noticia para mí fue que ya era un experto mundial en energía oscura y la aceleración del universo antes de que ellos lo descubrieran. De repente pasé, de ser ignorado a ser una vez más, propiedad caliente en el mercado de trabajo. Tengo un maravilloso conjunto de ofertas de trabajo del profesorado. Acepté un trabajo en la Universidad de Chicago, y trabajé duro en averiguar por qué el universo se está acelerando. La mala noticia es que no lo averigüé y tampoco lo hizo nadie. He seguido adelante. Sigue siendo un problema igual de bueno como lo era en 1998, pero sea como sea, resulta difícil avanzar en este problema. Tenemos que dar un paso atrás y forjar un poquito más de pensamiento profundo acerca de las reglas subyacentes de la mecánica cuántica y la gravedad, antes de marchar a entender este problema. Es una relación muy rara la que los académicos tienen con el mundo exterior, con el resto del mundo, sobre todo en un campo como la física de partículas, donde la última vez que un experimento o un descubrimiento teórico de la física de partículas tuvo algún impacto en la vida cotidiana de la gente fue probablemente en algún momento de la década de 1950 cuando estábamos descubriendo física nuclear y piones y cosas por el estilo que darían posiblemente lugar a nuevas tecnologías. En estos días, la razón por la que hacemos física de partículas o cosmología es puramente por el placer de descubrir; no es por ninguna aplicación práctica futura. Estamos siendo compensados para hacer cosas, porque la raza humana ha decidido que estas son preguntas que valen la pena abordar. Si las abordamos y luego no decimos a nadie lo que encontramos, no hay razón para gente como yo para existir. Hay un gran argumento para afirmar que como campo de investigación nosotros tenemos la absoluta obligación de llegar al público más amplio. Esto es parte del proyecto humano de entender nuestro mundo; y nosotros, los científicos estamos tratando de contribuir a ello. Parte de esa contribución es, no sólo haciendo los descubrimientos, sino compartiéndolos en la forma más amplia posible. Sin embargo, en lo académico no hay duda de que entorpece la carrera, escribir libros, salir y hablar con el público. Hay dos aspectos respecto a ésto. Uno de ellos es que estamos tomando un poco menos en serio nuestro trabajo gastando tiempo hablando con personas de la calle en lugar de hacerlo con colegas académicos. Soy un hombre blanco correcto y me da un poco no se qué por ello . No puedo ni imaginar lo que sería para las mujeres, por ejemplo, que hacen ésto porque ya están mirando con recelo el paternalístico dominante número de personas en estos campos. Esto es un aspecto. El otro, por supuesto, es que cuando se trata de obtener puestos de trabajo y conseguir la titularidad, las universidades se rigen por el miedo. Son muy temerosos de contratar, darnos una posición académica y luego ver que dejamos de hacer investigación. Alcanzamos la titularidad y permaneceremos allí por décadas, y ellos habrán perdido una oportunidad en nosotros. Si se les deja creer que teníamos algún interés adicional además de investigar, entonces van a estar preocupados. Preocupados de que tomemos esos intereses y les apliquemos la mayor parte del tiempo una vez que tengamos acreditado nuestra titularidad. Sí, estamos haciendo investigación ahora, pero una vez que nos dan la titularidad acabamos escribiendo libros y saliendo a navegar alrededor del mundo o cosas por el estilo. Ellos son muy temerosos de eso. Es muy lamentable. Necesitamos logros. Necesitamos educación. Necesitamos la participación pública y la emoción. El público está ahí. Están listos. Les gusta. Están subatendidos por nosotros hablando en forma amplia acerca de estas maravillosas ideas de física y ciencia, y sin embargo, el mundo académico no los recompensa. Hay algunos que acabamos por hacerlo de todos modos porque somos tercos y nos gusta hacerlo, y creo que es importante. Yo sería mucho más feliz con el futuro de mi campo de investigación si pensara que en un nivel más sistemático estamos listos para apoyar a las personas que aplican tiempo y esfuerzo en hacer difusión y hablan con el público, tanto como haciendo ciencia de vanguardia. Estoy en una posición divertida y a la vez, maravillosa. Soy profesor de investigación en física en Caltech. Hay pocos profesores de investigación en todo el mundo y muy pocos de ellos son teóricos. Por lo general, un profesor de investigación es un trabajo para un experimentalista trabajando en algunos grandes aparatos o algo por el estilo. Afortunadamente para mí, Caltech tiene un gran montón de dinero que utilizan para pagar mi sueldo. Soy profesor. Tengo alumnos. Podría dar clases si quiero; no tengo que enseñar en cualquier clase que no quiera. En muchos sentidos, para alguien que quiere pasar tiempo también escribiendo libros y llegando al público, es una posición maravillosamente flexible. Mientras tanto hago investigación. Sin embargo debo observar, que si tuviera restricciones que sólo me permitieran hacer una cosa, haría investigación científica. Eso es lo que más me entusiasma: escribir, tratando de destacar nuevas leyes de física. En mi posición actual tomo esas horas del día en las que un profesor normal aplicaría a enseñar o prestar servicio a la universidad y me dedico a escribir libros, a dar conferencias, tratando de llegar a un público más amplio. Eso va a durar tanto tiempo como Caltech me tolere. Es muy extraño, porque aún cuando hay otros físicos que no están leyendo mis documentos porque no están exactamente en mi subcampo y muchos de ellos simplemente no saben que estoy haciendo investigación en absoluto; sin embargo, a pesar de no leer mis documentos saben acerca de mis libros. Los libros tienen un impacto más amplio que los documentos. Tuve colegas que estaban sorprendidos de que estuviera escribiendo libros. Otros en cambio, estaban sorprendidos que estuviera escribiendo documentos. Me gusta pensar que la escritura de libros y las actividades de divulgación pública pudieran no oponerse a la investigación. He alcanzado inspiración para hacer proyectos de investigación por pensar en diferentes formas de hablar al público, y creo que se logra transmitir la palabra, incluso a nuestros propios colegas científicos, escribiendo un buen libro. Para mí, el perfecto libro de divulgación científica es el que cualquiera puede leer; el que nuestros compañeros de profesión pueden leer con provecho y obtener algún beneficio. Estamos hablando de transmisión de ideas de maneras que pudieran no haber atendido de nosotros dando un seminario o formatos por el estilo. Especialmente en la era de Internet, debemos ir a por el más rico y más robusto ecosistema de comunicación. Debemos comunicar a través de los libros, a través de videos, a través de Twitter, a través de publicaciones científicas, a través de seminarios. Estos medios no están en competencia unos con otros; todos se mueven en la misma dirección. Sean Carroll La traducción de esta charla de Sean Carroll corrió por cuenta de Francisco Javier de Amorrortu que se tomó ciertas libertades para ajustar las pequeñas dislexias que son propias de este tipo de muy amables exposiciones. 6/6/15
DIARIO NORTE, (Chaco Argentina) Los avances de los próximos 20 años serán revolucionarios y singularesEl mundo sigue su paso en cuanto avances tecnológicos y algunos futuristas han estado haciendo apuestas que parecen increíbles acerca de lo que vamos a lograr en un futuro no tan lejano. El futurista Ray Kurzweil, por ejemplo, cree que en 2040 la inteligencia artificial será tan buena que los seres humanos estarán completamente inmersos en la realidad virtual y que, cuando la tecnología llegue a ser tan avanzada como para cambiar a la raza humana de manera irreversible, sucederá algo denominado Singularidad. Kevin Kelly, que ayudó a lanzar Wired en 1993, cree que los próximos 20 años en el campo de la tecnología serán radicales. Tanto que, según él, los avances tecnológicos harán que los 20 años anteriores “palidezcan” en comparación. Kelly señala que si nos enviaran al pasado con una máquina del tiempo, aunque solo fueran 20 años, y le contáramos a la gente lo que tenemos en este momento y lo que llegaríamos a tener con el tiempo en los dispositivos móviles: una enciclopedia libre y mapas de calles de la mayoría de las ciudades del mundo, cuadros de resultados en tiempo real y las cotizaciones de la bolsa, informes meteorológicos, archivos PDF de todos los manuales del mundo, etc.; simplemente nos llamarían locos. “Existe una sensación de que todo lo importante ya ha sucedido, pero en términos relativos, no ha sucedido nada importante todavía. Dentro de 20 años miraremos atrás y diremos que en realidad no ha sucedido gran cosa en los últimos 20 años”. ¿Cómo serán estos cambios alucinantes? Kelly mencionó alguna de sus predicciones en una entrevista con John Brockman en Edge. Son predicciones muy sencillas y no tan futuristas en cuanto son ya bastante previsibles: robots, vigilancia big data… y algo interesante, a los humanos les corresponderá hacer preguntas inteligentes. Las cuatro aportaciones de John Brockman: 1. Los robótica será fundamental. Seguramente la mayoría de las cosas que se van a producir las harán robots y sistemas automatizados, pero los humanos podemos modificarlos y participar en su coproducción en una medida que no fue posible en la era industrial, dice Kelly. 2. Conviviremos con el seguimiento y la vigilancia. Serán más frecuentes, pero podrían avanzar hacia una “vigilancia pactada”, en la que podamos controlar quién nos está monitorizando y qué es lo que está monitorizando. Según Kelly, va a ser extremadamente difícil evitar este seguimiento, dado que todas las tecnologías -desde los sensores a la digitalización, la comunicación o las conexiones inalámbricas- intentan monitorizarnos. Internet nos va a monitorizar, dice Kelly. Y el gobierno y las corporaciones también. En realidad no podremos evitarlo. Solo podremos procurar que se haga de manera civilizada, creando una especie de convivencia del seguimiento. La solución podría estar, según él, en informar a la gente sobre quién los está monitorizando y qué es lo que están monitorizando; y darles la capacidad de corregir los seguimientos que son inexactos. 3. Big data. Todo estará relacionado con grandes recopilaciones de datos. “Nos encontramos en un período en el que las enormes dimensiones de los datos y las variables en tiempo real necesarias para capturarlos, moverlos, procesarlos, mejorarlos, gestionarlos y reorganizarlos, se están convirtiendo en elementos fundamentales para el bienestar”, dice Kelly. 4. Hacer las preguntas correctas será más valioso que encontrar respuestas. Kelly considera que hacer buenas preguntas será mucho más importante en el futuro que encontrar soluciones puntuales. “Lo que pasa a ser realmente valioso en un mundo bajo el reinado de Google son las grandes preguntas y eso significa que durante mucho tiempo los seres humanos serán mejores que las máquinas. Las máquinas son para las respuestas. Los humanos para las preguntas”. Fuente: Business Insider
Carta de Einstein a su Hija: el Amor "Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron, y lo que te revelaré ahora para que lo transmitas a la humanidad también chocará con la incomprensión y los perjuicios del mundo. Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el AMOR. Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas. Esta fuerza lo explica todo y da sentido en mayúsculas a la vida. Ésta es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo que el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo. Para dar visibilidad al amor, he hecho una simple sustitución en mi ecuación más célebre. Si en lugar de E= mc2 aceptamos que la energía para sanar el mundo puede obtenerse a través del amor multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado, llegaremos a la conclusión de que el amor es la fuerza más poderosa que existe, porque no tiene límites. Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las otras fuerzas del universo, que se han vuelto contra nosotros, es urgente que nos alimentemos de otra clase de energía. Si queremos que nuestra especie sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos salvar el mundo y cada ser sintiente que en él habita, el amor es la única y la última respuesta. Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor, un artefacto lo bastante potente para destruir todo el odio, el egoísmo y la avaricia que asolan el planeta. Sin embargo, cada individuo lleva en su interior un pequeño pero poderoso generador de amor cuya energía espera ser liberada. Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, querida Lieserl, comprobaremos que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede, porque el amor es la quinta esencia de la vida. Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi corazón, que ha latido silenciosamente por ti toda mi vida. Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo, necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última respuesta!". Tu padre
Para recordar cuando hablemos de Si este amigo tardó tanto en descubrir y expresar su intimidad con apropiado Amor, fue, como él mismo lo señala, gracias al Amor de su pequeña Musa a la que nunca, por tantas ocupaciones, había tenido tiempo de considerar. Me consta que su tiempo lo aplicó de todas formas a servir de la mejor manera que encontró y que ya desde muy chiquito lo puso en problemas de comunicación. Un saludo a este cálido amigo picapiedras al que siempre recuerdo, probando que no murió. Francisco
A Joaquín Lera Querido Joaquín, hoy estaba viendo a Sean Carroll, físico, cosmólogo, muy simpático y no menos lúcido, haciendo preguntas sin preocuparse de que las respuestas estuvieran cada vez más lejanas. Pero su ánimo estaba fenomenal. Inspiración no le faltaba. Cuando observo que todo el mundo fenomenal de la comunicación hoy potenciada al infinito depende de los acuerdos y desacuerdos del 1 y el cero, me pongo a pensar qué sería de Dios si no existiera el número dos. (Si el cero fuera el Amor no correspondido estimo que tendría más misterio y tensión que la nada metafísica y que el propio número 2) Creo que el big bang empezó cuando el uno se hizo verso e inventó el poema del Amor. Por cierto tuvo que crear su par o impar, opuesto o complementario. Metafísica, razón, lógica, ciencia, cuántica, filosofía, psicología, existencialismos, luz que luce en los abismos y otras menudencias de esta Vida, todas salieron de esa necesidad que tuvo el Uno de compartir sus Gracias o sus desgracias. La tensión en el alma del enamorado no correspondido encierra las maravillas del Universo. Lo vengo experimentando desde hace 37 años y cada día estoy más maravillado. Un fuerte abrazo que te lleve a gozar de cada par de ojos que te miren con cariño. Pancho
A Loreley Gafoglio El rechazo -por no decir asco-, de los abusos de “poder” con que a diario convivimos y a qué hablar del horror que despiertan genocidios, exceden hasta lo infinito la carga emocional que soporta el lado oscuro, la luz que luce oculta en la condición humana para armonizar estos abismos. Es en el uno a uno que el alma acepta estos alimentos de Tu pluma conmovedora Querida Loreley. Menos mal que Tu angel de la guarda sembró en Ti la semilla del valor y te conduce cada día a descubrir singularidad e integridad en la cercanía de una sufrida y en apariencia, sencilla Vida. Un abrazo Francisco
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