Index . a nutrir paisaje protegido mirando por: Cap I Ecología de ecosistemas e hidrología urbana . 20 preguntas confesiones . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . Dinámica horizontal en humedales: esteros, bañados, meandros, cordones litorales . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . Cap II Patrimonios en ámbitos rurales, confesiones . 17 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 38 . 39 . El paisaje construído en Al Maitén . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . Cap III Paisajes culturales . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 . Cap IV El timón 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . Cap V Leyes particulares . introito . 0 . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . 17 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 . 38 . 39 . 40 . Cap VI Paisajes interiores Inmanencias . 1 . 2 . . La viga de cruce . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . Joaquín Lera . . jubileo . . creación . . intangibles . . Carlos Lohlé . . Guillermo Roux . . César Pelli .
Ver este pdf reuniendo todo lo expresado en 13 html Glosas y glosarios para sincerar semiologías Guía para moderadores del fuego que anima al agua, que tanto complace verla modelarse en gravedades Resta añadir ricos vínculos y crecidas ilustraciones. Sólo he incluído dos imágenes, porque necesito hacer sentir sus ausencias. Una suerte de deconstrucción a la inversa: 1º la conceptualización y su vacío para poner a prueba nuestros recursos intelectivos y por fin lo sensorial, para dar respiro. La imágenes van por /confesiones11.html Esta deconstrucción es la que aplican los modeladores matemáticos haciéndonos tragar fabulaciones gravitacionales extrapoladas de la galera de Newton.
1º. El por qué mirar a los flujos ordinarios mínimos Porque son ellos los que se ocupan de dispersar nuestras miserias. Por cierto que, también los eventos máximos se ocupan de estas tareas, pero… con la inclusión de todo tipo de obranzas que afectan a los primeros. En áreas periurbanas son resueltos con alteos en las riberas y en las urbanas, con entubados. Aquí debemos pasar al punto siguiente
2º. El por qué diferenciar flujos laminares, de convectivos “turbulentos” verticales. La ciencia hidráulica reconoce los dos tipos, pero casi en exclusivo modela con los primeros y esquiva la complejidad de los segundos, aunque sean los únicos que cuentan en planicies extremas. He visto los flujos del extraordinario corredor de los Pozos del Barca Grande planchados como un espejo sacando camalotes a velocidades infernales. Abajo de ellos estaban los rodamientos maravillosos de las energías convectivas cargadas de sediementos, que desde el Bemejo venían sosteniendo esa alfombra superior que era sólo su reflejo. Llegado al Emilio Mitre y enfrentado a las aguas mareales, esa alfombra se sacude despavorida como avión en tormenta. Abajo, el torbellino convectivo sigue su camino.
3º. El por qué fantasear con flujos laminares Al no haber nunca apreciado abandonar la comodidad de modelaciones en caja negra, ésto es, ámbitos de la modelación donde las energías son inferidas por sus caudales de entrada y de salida sin hacer incapié en su calidad: si fueran gravitacionales o convectivas. Desde Newton a la fecha dan por sentado que las aguas se mueven por pendiente. Y hasta confunden las turbulencias de los flujos de montaña, con las atribuibles a los flujos convectivos verticales propios de planicies extremas y no tan extremas; y cuyas observaciones son mucho más complejas que las de los inferidos flujos “laminares”, que por ello a los complejos les adjudican el mote de “turbulentos verticales”. Algunos mecanicistas han ido un poco más lejos para acercarnos los conceptos de flujos convectivos internos naturales positivos; a diferencia de los convectivos externos (o transversales) naturales negativos. En Natura no hay nada negativo. Y la externalidad es solo el traspaso de un sistema a otro. Estos cambios de sistema siempre están dados por la mayor atracción del gradiente de enlace. Por cierto, la energía del sistema que se adueña de esa transferencia cabe sea estimada mayor. Pero sin ese enlace por gradiente térmico e hidrouímico, ese atrape, si bien corre apareado, lo hace marchando disociado. Esa es la situación del ramillete de corredores que se acoplan al corredor de flujos estuariales de cruce Alflora. Que no debemos olvidar, guardan memoria de sus tránsitos grabada en los fondos. Eso explica la limpieza del escalón de la Barra del Indio
4º. El por qué de las disociaciones Hace unos pocos años los oceanógrafos comenzaron a aceptar que el 65% de los flujos océanicos estaban disociados. No entiendo respecto a qué infieren ese porcentaje; porque de hecho, es un universo de disociaciones y asociaciones, tan común y universal como el que cabe señalar a las criaturas que habitan este planeta. Aún les falta descubrir los largos viajes de los corredores tributarios de agua dulce cargados de sedimentos, mucho más allá del borde del talud oceánico. El satélite Aquarius sólo mide el nivel de sal en los primeros 10 cms de la superficie de los océanos. Y estos corredores de agua dulce hacen su camino apoyado en los fondos; por lo tanto, nada los discierne.
5º. El por qué de las advecciones En un corredor de flujos, ya sea fluvial, estuarial, marino u oceánico, concurren vectores transversales de sistemas asociados por gradientes térmicos apropiados, para concluir en un sistema principal, caracterizada sus resultantes, como advección.
6º. De las memorias convectivas grabadas en los fondos Tanto en los ríos, como en los estuarios, las plataformas marinas y los abismos oceánicos, esas advecciones reconocen memoria de sus tránsitos grabadas en los fondos. Allí van esos sistemas verticales rebotando. En los finales del otoño, invierno y comienzos de la primavera, la reducción del gradiente térmico que determina la amplitud del ciclo vertical, permite al sistema aflorar a la superficie arrastrando los nutrientes depositados en los fondos. Esa manifestación es denominada como floraciones o bloomings.
7º. De la no formación de cauce. Amén de la mayor estabilidad térmica que en los fondos reina, el mismo sistema se ocupa de ir dejando huellas sedimentarias depositadas en ellos, que conforman por su suave relieve, lo opuesto a un cauce 8º. De las primarias disgresiones que apuntamos a la palabra “humedal”, que reclama en estas instancias de reflexión, abrir comprensión al menos a dos especificidades: esteros y bañados. Hace unas décadas comenzó a partir de RAMSAR a ponerse de moda la voz humedal, wetland. Sin embargo, esa generalización vela los beneficios de criterios tan sólo un poquito más complejos. Tal el caso de los esteros y bañados, tan conocidos en nuestros prados anegados, que merecen muy importantes aprecios de sus diferencias.
9º. De las diferencias entre unos y otros. Sea la imagen el primer recurso para advertir sus diferencias. Que siempre han sido provocadas por la presencia y las obranzas del hombre: el terraplén de un camino cortando las finas hebras conductoras de un estero; un alteo de riberas eliminando las costas blandas y bordes lábiles, bordes de transferencia cuya eliminación implica disociar, cortar los enlaces entre las baterías convectivas y las sangrías mayores. La misma disociación y aún mayor, la provocada por una limpieza de lecho, que luego amontonada en una de sus riberas provoca alteos de suelos sueltos que favorecen la proliferación de exóticas y éstas, las sombras en el curso de agua, precipitando sedimentos y alterando los gradientes que condicionan la advección.
10º. Qué compromisos parentales advertimos entre bañados y suelos anegables. La relación es plena. La estructura dinámica que descubren los esteros no es en nada comparable a la dispersa y encharcada de los bañados. Un estero, aunque esté ocasionalmente seco –lo cual es bastante improbable-, conserva huellas de la delicadeza de su organización. Un bañado también conserva huellas, pero, de su desorganización manifiesta en charcos dispersos. Sin embargo, cuando un bañado se descubre anegado, también descubre su memoria como estero; recuperando sus energías convectivas el lenguaje para moverse en función de infinidad de pequeñísimos microcauces. Sistemas de generación espontánea en su organización, que tras pocos días de manifestarse el anegamiento, traducen en organización plena, el maravilloso lenguaje de los esteros. Imagen del brazo interdeltario del Luján en Zelaya anegado por una lluvia de 300 mm caída después de 40 días sin llover y fotografiado 8 días después de precipitada.
11º. Qué función cumplen las costas blandas y los bordes lábiles La de transferir las energías solares acumuladas en los esteros y bañados aledaños a las pequeñas y grandes sangrías, en el lenguaje propio de las energías convectivas; primero transversales, a poco longitudinales a la advección que descubre la sangría mayor. A esas áreas de acumulación de energía solar llamo baterías convectivas. 1 cm2 de suelo en los esteros de Manaos acopia y transfiere alrededor de un (1) Kw de energía por día.
12º. Cuáles son las diferencias interpretativas de la deriva litoral mecánica y la termodinámica La deriva litoral fue interpretada mecánicamente por el empuje de una ola oblicua arribando a la ribera en un ángulo aprox. a los 10º. La interpretación termodinámica la advierte, en su advección, fruto de la energía mareal, conservando hipersincronicidad las 24 hs del día merced a los aportes de las aguas caldas tributarias que fortalecen su entropía. Por ello, cuando advertimos la disminución de los caudales tributarios y en particular, por sus menores temperaturas provocadas por sombras o entubados, esa deriva litoral, esa advección debilitada, se transforma en convección externa; cuya transversalidad a 90º de la línea litoral, va en busca del gradiente de enlace con el corredor natural de flujos costaneros a unos cuantos cientos de metros de distancia de las riberas que erosiona sin piedad. Esto es lo que se advierte en toda la costa bonaerense desde Punta Lara hasta Punta Piedras, e incluso más al Sur, hasta la boca del Salado. Reitero, este tipo de energías, fruto de la deriva litoral muy disminuída por falta de aportes tributarios que le acerquen calor y así fortalezcan su entropía, convecta a 90º respecto de la línea de frente litoral y se ocupa de erosionar todas las riberas donde opera, descubriéndolas la imagen satelital con el perfil propio de los dientes de un serrucho. Los sedimentos de estas erosiones, cargados de energía solar, son motores vehiculizadores de las aguas que los transportan y facilitan su acople a otro sistema de mucho mayor energía, que a poco les espera.
13º. Qué función cumple la deriva litoral en las salidas tributarias La principal función es asistir con el apropiado gradiente térmico e hidroquímico, la esperada asociación termodinámica, sin la cual ningún tributario conocería salida. El ojo del plomero conectando cañerías a 90º, aquí no funciona. Ver imágenes de direcciones de salidas en hidrogeomorfología histórica y en los presentes que aún se conservan naturales.
14º. Qué función cumplen las salidas tributarias en la deriva litoral La principal función de éstas es sumar temperatura en la parte posterior del sistema, de manera de mantener el rango de diferencias térmicas que éste reclama para sostener su advección; siempre guiada por un gradiente de ligera menor temperatura en la parte delantera del sistema. Cuando esas diferencias desaparecen, el sistema de deriva litoral rápidamente pega una curva de 180º y se suma al corredor natural de flujos en descenso.
15º. Qué sucede con la deriva litoral en ausencia de un corredor natural de flujos costaneros En tales circunstancias la deriva pierde sus anchos normales, que en nuestros caudales estuariales en poco superan los 100 m, para mostrarse divagante en busca de un gradiente apropiado aunque ésto la obligue a salirse de rumbo y mostrarse obesa en anchos de hasta 4 km, como sucede de Núñez hacia el NO buscando de asociarse a los flujos que escapan hacia el SO desde el Emilio Mitre
16º. Qué sucede en ausencia de deriva litoral Sucede lo que ya hemos explicado en el punto 12º: la deriva litoral se transforma en convección externa y por ende, en erosión directa de playas y riberas, arrastrando arenas, árboles, rutas, grandes hoteles y todo lo que se le ofrezca devorar. Lejos de apreciar sacar las aguas tributarias, que por sus sombras y temperaturas disminuídas ha visto precipitar internamente sus sedimentos, la energías convectivas buscan su alimento en calor y sedimento, robándolo de las riberas. La marcha de este exilio concluye en el acople al corredor natural de flujos costaneros estuariales; que a poco se verá atraído y comprometido con el corredor de cruce estuarial Alflora, que subiendo de Samborombón y hacia el NE, marcha al doble de velocidad
17º. Qué intervención apuran las derivas de cruce o de plataforma Las derivas de cruce (corredor Alflora), o de plataforma (las que arrancan de los llamados bancos alineados y se suman a la que viene del banco de pescadores al Sur de Mar del Plata), se caracterizan por su gran escala de energías, invitando a asociarse a cualquier sistema de flujos que se le acerque o cruce en el camino. Así por caso reitero, el corredor Alflora reconociendo velocidades de hasta 2,7 nudos/hora, se devora sin perturbarse, al sistema que discurre por la costa bonaerense a 1,3 nudos/hora. Este sistema previamente se vió obligado a enriquecer sus energías para asistir tal acople y para ello se cargó de los sedimentos de las riberas que erosionaba en su recorrido. Los tributarios, ver http://www.alestuariodelplata.com.ar/atalaya3.html reitero, dejaron de hacerlo, pero la convección externa con sus robos fue la herramienta para reponerlos. Estos acoples son los que prueban que no hay sistemas "negativos". El cambiar de montura está lleno de fenómenos positivos. Esos que hacen que la voz entropía recupere su versión primigenia: raíz indoeuropea *trep- volver, girar; en sánscrito, trápate cambiar de sitio; en griego entropia, cantidad que se mantiene constante en un cuerpo tras sus diferentes transformaciones; como expresión que apunta al movimiento perpetuo en brazos de Natura reinando por doquier e imposible desde modelo aislado considerar viable.
18º. Qué es un cordón litoral de salida tributaria estuarial Los sedimentos que vienen suspendidos en aguas tributarias se encuentran en la misma salida estuarial, con diferencias de temperaturas en el borde externo de sus aguas, que entonces, por capa límite térmica, se ven obligadas a dejar allí sus cargas. Estas manifestaciones han sido calificadas como de borde cuspidado, para realzar la prolijidad de esas formaciones; que de acuerdo a los caudales y energías en juego, logran alcanzar hasta los 5 m de altura y extensiones de más de 100 Kms de longitud.
19º. Qué diferencias interpretativas van de la mecánica a la termodinámica. Estos cordones, al igual que las derivas litorales, son interpretados como fruto de de la famosa ola oblicua. Siendo el caso, que por dar un ejemplo, en el frente deltario central no hay tal ola oblicua; y en la costa uruguaya muestran los mismos comportamientos y direcciones de salida hacia el NO, a pesar de que el pampero sopla de frente.
20º. Dos razones de muerte de un tributario. Son suficientes, tanto los desacoples de las baterías convectivas tablestacando y alteando riberas; como disociando térmica e hidroquímicamente las aguas tributarias, de las aguas del cuerpo receptor. Por cierto, a estas torpezas se suman otras como la de eliminar meandros, rectificar y canalizar cursos; permitir la sedimentación en la boca de salida y así provocando un aumento de temperatura de las aguas, cuyo gradiente está solicitando por el contrario y allí mismo, uno en gradual disminución.
21º. ¿Acaso alguna vez advertimos compromisos entre los meandros y las dinámicas horizontales de los cursos de agua? Jamás. Las respuestas siempre fueron rectificar y canalizar. Esta primaria decisión del ojo mecánico fue la que determinó en 1904 la rectificación de 27 Kms del Matanzas-Riachuelo y concluídas sus obranzas en 1936. Un siglo más tarde, el presidente del ACUMAR, Ing Gustavo Villa Uría, en oportunidad del cierre de primer congreso internacional de Ingeniería, CII 2010, confesó que esas obranzas habían sido un fracaso; pero sin arriesgar a explicar el por qué. Había identificado el pasivo, pero no el activo perdido. Eso mismo expresó el ACUMAR en Febrero del 2012, cuando al hacer balance del año anterior en donde habían gastado 7400 millones de pesos –un 80% más que el presupuesto del Poder Judicial de la Nación-, confiesan no saber cómo identificar el pasivo del famoso plan de saneamiento que la CSJN venía impulsando (PISA MR). Ese pasivo se había manifestado en Abril de 1786. 226 años y aún no lo habían descubierto. Dificil es imaginar un ojo más tuerto que este mecánico. Sin embargo, como es mucho más sencillo de entender, es el único por donde todos miran.
22º. ¿Qué advertencias alguna vez reconocimos del carácter dinámico de los propios meandros? Mostramos imagen del río Negro para responder. Esta imagen debería dejar los ojos en blanco y las neuronas confundidas, por no decir, incendiadas. Las advecciones reconocen asistencias convectivas transversales -en nada externas o negativas, pues conservan su servicialidad interna y bien positiva-, llamadas, no solo a hacer aportes dinámicos, sino también a aumentar el contraste térmico en ambos extremos del sistema; que como ya expresamos, marcha hacia un gradiente de ligera menor temperatura. Si no logramos resaltar ese gradiente en el extremo terminal del sistema, pues entonces igual lo apreciamos en la cabecera inicial. Si aumentamos aquí la temperatura, así entonces prolongaremos la entropía del sistema. Cada curva de un sistema meandroso hace estos aportes. Que comienzan en la margen suave del arroyo para buscar la margen abrupta y más profunda, pues allí se expresan los gradientes que van de lo caliente a lo frío en un zigzagueo de transversalidades de dinámicas inagotables. La resultante de esa incorporación de energía, de meandro en meandro, de ribera suave a ribera profunda y sombría, se suma a la longitudinal; a la advección. Cuando la planicie extrema sus chaturas, los cursos de agua extreman sus recursos meandrosos; que no son ociosos, sino el alma activa multiplicando del sol la expresión transformadora para nunca ver quietas sus energías. Lo opuesto es lo que sucede con los sarcófagos pretendidamente "hidráulicos" de los que tenemos muestras con resultados horrorosos en todas las obranzas en llanuras. Ver esta salida del Aliviador del Reconquista 23º. ¿Qué motivos descubren los cursos de agua e incluso los estuarios, para mostrar riberas opuestas, unas suaves y otras escarpadas? Pues esta misma. El cratón del Río de la Plata es tan chato como plano y su pendiente oscila en los 4 mm x Km. No tenemos un estuario meandroso; pero si tenemos uno con costas suaves y barrosas y la opuesta más atractiva. Recordemos que los sedimentos son motores vehiculizando las aguas. Tan importante considerar los gradientes térmicos que operan estos sistemas, como las baterías convectivas móviles (sedimentos) que las apuran.
Sustanciando las diferencias entre las voces río, ría y estuario La voz “río”, acerca en las griegas reo, reos, fluir, flujos (de aquí la voz “reología”), los correlatos más importantes que reconoce nuestra imaginación; a excepción de aquellos que fluyen como por milagro en las planicies extremas. Los ríos, salvo los deltarios, reconocen una sola dirección de flujos. La voz “estuario” apunta a lo que se quema, a lo que se calienta, a lo que se prende fuego. Así lo señala la raíz indoeuropea: *aidh, quemar. Voces emparentadas a "estuario": estiaje: caudal mínimo de un río, estero o laguna; estuante: encendido, excesivamente caliente. De aquí también: estío y estero. Hay ámbitos hidrogeomorfológicos que reconocen al igual que los estuarios, las energías presentes de los flujos en descenso de los tributarios en él, y los reflujos mareales en sentido contrapuesto. Pero a esos otros ámbitos, las relaciones de ancho y profundidad los descubren como “rías”. En ellas los procesos de convección externa son más más prestos que en los estuarios donde priman los prolongados procesos de convección interna, dando lugar a la formación de los cordones litorales. Por ello, si bien a las “rías” también les cabe mirada a termodinámica, es en los estuarios donde resulta elemental la mirada mucho más sensible a termodinámica e hidrotermogeomorfología. Así entonces, calor, transferencia de masa y termodinámica son las materias que junto a la mecánica de fluidos permiten mirar con renovada atención los delicados procesos que asisten la Vida del estuario; y en particular, las salidas de encuentro de sus tributarios; que con el catecismo de la deriva litoral fundada en mecánica de fluidos y en la versión del oleaje oblicuo, la formación y prolija multiplicación los cordones litorales no alcanzan claridad; ni abren la mirada creativa a los grandes problemas que asfixian a nuestros frenados tributarios.
24º. unas de aguas claras y otras muy sedimentadas; cómo pesa en términos dinámicos su diferencia. Fotos del Río Negro y Solimoes; del Paraná y Paraguay, del Paraná y el Uruguay. Todos, ejemplos de estas asistencias vitales e irremplazables; que a pesar de ello y por contraste indican … 25º. qué pobre reconocimiento tenemos de las convecciones transversales arrancando en las riberas suaves, para ir mutando a longitudinales en las opuestas riberas abruptas, cuyo perfil de fondo se muestra algo más profundo.
26º. Qué sentido tiene cerrar los ojos a toda esta fenomenología de los gradientes que participan estas decisiones y son los únicos responsables en sus dinámicas horizontales, de que estos sistemas funcionen. El único sentido es frenar el despeñadero de millones de personas que han pasado por academias y han obrado desastres de todas las escalas en planicies extremas. Dar vuelta el paradigma mecánico no es gratis. Millones de almas sufrirán la caída de una cosmovisión simple que generó convicción por miles de años. A ellas no resultará simple pasar a otra bastante más compleja que echa por tierra todo lo anterior. Recordemos que la etapa de modelización aún no comenzó. Esto les permitirá seguir cerrando los ojos e insistir con sus posturas “científicas”, aunque sean obtusas fabuladoras de energías gravitacionales donde no las hay. Las modelaciones de caja negra dan para cualquier cosa.
27º. De la calificación de sobreajustada y subajustada que se atribuye a los cursos de agua. La observación de cursos de agua que parecen ir muriendo ha dado lugar a estas expresiones; que por cierto, más fácil resulta advertirlos en planicies extremas, que en suelos que reconocen apropiadas pendientes. Como estas observaciones cabe respondan a disminución en el régimen de lluvias, haremos diferencias. Sólo consideraremos la condición subajustada en situaciones que no adviertan disminución del régimen de lluvias.
28º. Quién es el más responsable de la condición subajustada: Madre Natura o la ingeniería hidráulica?
29º. Veamos cómo resuelve Madre Natura los subajustes que ella misma ha creado. Ver caso del redoblamiento de los cordones litorales cuando el activo agota o colmata el seno entre cordones, tras siglos o milenios vivos. Veamos cómo el cauce del Bermejo descubre subajustes y sobreajustes en los cambios estivales anuales. Y cómo, unos y otros se anticipan y complementan
30º. Veamos cómo el hombre redobla los problemas, cuando intenta resolver los subajustes que él mismo ha provocado. Empieza canalizando; termina entubando. El río Luján es un curso de agua cuya cuenca baja hace 3.500 años estaba por completo sumergida en aguas del mar querandinense. Los últimos 50 Kms del actual curso del Luján eran parte del mar. La confluencia con el Carabassa se reconoce en los 7 m IGM, allí donde las arcillas hidromórficas verdosas lucen a pleno. Otro tanto ocurre con el Pinazo y el Burgueño antes de confluir en el Ar Escobar. Todo eso era mar. Que al retirarse solicitaba adicionales esfuerzos para concluir sus accesos al estuario; pues esos últimos kilómetros eran de planicie extrema y allí nada tenía que hacer la administración hidráulica para fastidiar como lo ha hecho habilitando rellenos de bañados, rectificaciones de cursos, reducciones ilegales de restricciones, ojos cerrados a obligadas cesiones, saneamientos de suelos anegables prohibidos, alteos de riberas, polders para aislar barrios monumentales en perjuicio directo de todos los vecinos; tanto los de aguas abajo como los de aguas arriba; pues a unos y a otros, a más de embalsamientos roban áreas de acumulación de energías convectivas; únicas fuentes de sus dinámicas, en consideración a los respetos que en especial debemos a los flujos ordinarios mínimos.
31º. Ver cómo el ojo mecánico está por completo incapacitado para mirar estos problemas. El ojo mecánico no está solo en los ingenieros hidráulicos. Está también en el Asesor General de Gobierno que en su Vida ha escuchado hablar de energías convectivas y al igual que sus abuelos sigue creyendo que las aguas se mueven por pendientes. Y está en los ministros de la SCJPBA y de la CSJN, que no entienden qué pasa con el famoso PISA MR, y mucho menos con el Reconquista al que ya le aplicaron miles de millones de dólares y cada vez se descubre más MUERTO. Por este despiste que cargan academias, ministerios, legislaturas y altas magistraturas judiciales, todos se sacan de encima la responsabilidad de mirar, de estudiar y juzgar, pues también a ellos les cuesta dejar la razón simple para abrir ojos a lo complejo. Todos los recursos procesales para mandar a pasear causas a tribunales inferiores, son aplicados sin dudar un minuto de las ventajas o miserias de esos lavados de mano. En el colapso del año 2013 en la Plata los cadáveres aparecían a metros del palacio de Justicia. Y allí no había problemas de falta de energías gravitacionales. Las había de sobra. Sólo que, al llegar al terraplén ferroviario de Tolosa se encontraban con un embalse de más de un siglo, al que nunca prestaron la más mínima atención. Basta ver el camino lateral al Ar Gato que pasa por abajo del puente ferroviario robándole ancho al cauce. Basta ver cómo este problema del embalse pretendió ser resuelto con alteos en las riberas. Todo un infierno de miserias decisivas de mentes aburridas, que un siglo más tarde eran declamadas por el Director de Hidrología de la UNLP con lágrimas de cocodrilo. Hoy, sábado 5 de Abril del 2014, el diario La Nación anoticia en su nota Polémica por los muertos en La Plata , que los muertos de La Plata podrían haber superado las 360 víctimas. Subí entonces este comentario: Desde el primer día señalé que los cuerpos que salieron volando por el Ar Gato hacia el estuario tras cruzar el puente del FFCC en el impúdico embalse de Tolosa, deberían con holgura haber superado el centenar de víctimas, si en el casco urbano ya reconocían a 59. Ver http://www.hidroensc.com.ar/tolosa.html y 5 html siguientes. Estas aberraciones en el diseño de la red de entubados de La Plata son propias de una época en donde no contaban con la información hidrológica apropiada. Pero tuvieron 100 años para darse cuenta y no hicieron otra cosa que generar alteos en el Ar Gato para que los barrios aledaños quedaran transformados en bañaderas. En lugar de alteos era necesario respetar los retiros de 100 m que marca el dec 11368/61, regl de la ley 6253 y ampliar las luces de los puentes, en especial, el del terraplén del FFCC. El Dpto de Hidrología de la UNLP es corresponsable de estas miserias cognitivas. Francisco Javier de Amorrortu. En más de 100.000 lectores, fue el único. Tienen razón el AGG y los ministros de la SC en no darse por enterados. Sin duda, mientras el ánimo de ser competentes sea la cuestión -y con el cero nadie compite-, el Futbol para todos, es la solución. Los dineros en obras no sólo inútiles, sino ruinosas, continuarán. Ni siquiera se pondrán de acuerdo en la cantidad de cadáveres. Es intuíble que la inseguridad pase por los malos ejemplos que descienden desde arriba y dejan su miseria sembrada en todos los estratos de la sociedad. Este de las garantías hidráulicas es parecido y viene desde arriba; o mejor dicho, desde la tumba de Newton.
32º. Ver cuán abismal es para este ojo aceptar el cambio de paradigma mecánico por ojo termodinámico.
33º. Ver el desliz, la rápida interpretación que hace el ojo mecánico por termodinámica de cajas adiabáticas cerradas. Cuando a un ojo mecánico se le cruza la palabra termodinámica, de inmediato apunta a termodinámica de cajas adiabáticas cerradas. Un poco más de lo mismo. Un motor asistido por un tanque de combustible que se quema y pronto agota. Lejos de imaginar los sistemas naturales olárquicos abiertos de movimiento perpetuo, cuyo único combustible es el sol. Ya hay aviones que recorren nuestros cielos cercanos sin jamás detenerse, alimentados por energía solar. Pero no hay neurona de ingeniero hidráulico que quiera mirar por ella.
34º. Ver cómo nunca advirtió el concepto de entropía sosteniendo movimiento perpetuo merced a energía solar, que él siempre interpretó gravitacional.
35º. Ver cómo con modelaciones de caja negra eluden enfrentar este abismo de la cosmovisión hidráulica en planicies extremas.
36º. De los problemas del lenguaje trillado por los mercados, para hacerse una fiesta con cualquier criterio que apunte a mostrar estos abismos.
37º. Del sentido que tiene para este taller, rescatar la definición de ecosistema que regala el Anexo I de la ley 11723 ECOSISTEMA: Sistema relativamente estable en el tiempo y termodinámicamente abierto en cuanto a la entrada y salida de sustancias y energía. Este sistema tiene una entrada (energía solar, elementos minerales de las rocas, atmósfera y aguas subterráneas) y una salida de energía y sustancias biogénicas hacia la atmósfera (calor, oxígeno, ácido carbónico y otros gases), la litósfera (compuesta por humos, minerales, rocas sedimentarias) y la hidrósfera (sustancias disueltas en las aguas superficiales, ríos y otros cuerpos de aguas).
38º. Del sentido que tiene olvidarse de esta definición, para aplicarse a las que a diario escuchamos regalan a las voces ecología y ecosistema.
39º. Del sentido que tiene acercar la voz "ekusistema" para recordarnos los enlaces velados y/o ignorados que son vitales para el movimiento perpetuo, que ya descubría la versión griega de entropía, hace 2500 años La lingüística histórica nos acerca el morfema ku-, como base hipotética de palabras que significan espacios vacíos, de relaciones faltantes, de lazos y vínculos sin definir. Pues entonces, hacer con la voz ekulogía, diferencia de la voz ecología -que ya no es dable delimitar en sus usos porque todos protestarían-, nos remitiría a esas relaciones de sistemas y entre sistemas, sin reconocimiento, que Marc Sagoff nos advierte faltan definir.
40º. Del sentido que tiene recordar que la voz Bi-os, Vida, reconoce la presencia de dos seres. Que al estudiar la biología la singularidad del ser, no resuelve esta dimensión del Bi-os; el de la integridad de la Vida en la integración de dos seres, de dos sistemas o de todo lo que descubramos apareado. Aunque sea el uno y el cero de las computadoras cuánticas. Que el bio-centrismo habla de singularidad, ajena por completo a la callada fecundidad del enlace entre dos. Por ello, antes de mentar bio-centrismos, cabe mentar bio-enlaces. Ecosistemas, sin bio-enlaces, siguen conduciendo a ciencia cada vez más particionada. Ésta seguirá haciendo su camino, pero es hora de advertir que la integración del conocimiento de los enlaces es parte fundamental que ha sido dejada de lado, no obstante vemos cómo de mil formas, en ojos perplejos y en avatares, golpea nuestros sentidos. Sus vacíos quedan resueltos con modelación matemática Recordar que la voz Füsis refiere del engendrar, del brotar, fruto de los abismos encimados de esos dos seres, atravesados por el eje vertical de la elevación de los esfuerzos y el horizontal de los afectos. Esto no surge por una ventana físico matemática
Del taller de respuestas a humanidades 1º. Necesidad de que estos talleres concluyan en una declaración afinada que sea herramienta útil para poner en conciencia límites a rituales adjetivos procesales, que eluden el tratamiento de acciones declarativas de inconstitucionalidad, porque al apuntar al interés particular dicen no afectar el interés general. Bunkers rituales hasta tanto estos abismos cognitivos de los gradientes y enlaces termodinámicos entre sistemas naturales, empiecen a aclararse
2º. Regresiones al reglamentar el art 18, ley 12257 por dec 3511/07 y Res 705/07 y a la ley 11964 sobre demarcaciones.
3º. Del reparto de responsabilidades, Cuáles las municipales, cuáles las provinciales
4º. De la necesidad de hidrología para hacer efectivos los arts 2340 inc4º, 2577 y 2572 del CC
5º. De los respetos a las precisiones dominialidades que surgen del CC
6º. De la necesidad de hidrología para hacer efectivos el art 18 del código de aguas; el art 59, ley 8912 y las responsabilidades municipales que surgen por leyes 6254 y 6253.
7º. De la imperiosa necesidad de los testimonios vecinales, para en planicies extremas determinar las líneas de máximas crecientes, donde la extrapolación de información gravitacional solo ayuda a competir en fantasías.
8º. De la prohibición por art 101 de los dec 1359/78 y 1549/83, de “saneamientos” de suelos anegables
9º. De la inutilidad de priorizar estudios de carga másica y construcción de clocas en cuencas MUERTAS
10º. De la descalificación de todas las resoluciones de la AdA con carácter precario y revocable.
11º. De la ilegalidad de confundir una certificación hidráulica de un predio, con una Resolución hidráulica definitiva; y aplicar la primera a una convalidación técnica final
12º. De la ilegalidad de los decretos convalidadores de planes estratégicos que no contaron con el debido Proceso Ambiental,
13º. De la masa crítica sobre hidrología urbana acumulada en SCJPBA (más de 12 milones de caracteres en 40 demandas), que solicita de los presentes su apoyo para contraponer a la norma ritual que descalifica la competencia de SCJPBA para atender en forma directa estos temas.
14º. De la incapacidad de los tribunales inferiores para asumir esta tarea de 10 años, al igual que su escala de compromisos y acumulación que a la propia SCJPBA no cabe imaginar indiferente.
15º. De la incapacidad del Asesor Gral de Gobierno para probar su capacidad en el entendimiento de estas causas de acciones declarativas de inconstitucionalidad de normas, de cuyas visaciones es, en prácticamente todos los casos, corresponsable
16º. De la necesidad de conocer, aplicar y controlar en oportunidad de visar cambios de destino parcelarios, ordenamientos territoriales y uso de suelos, las leyes mencionadas en primer término.
17º. De la necesidad de entender que el orden de los factores en el caso de los arts 2º, inc e) y 6º de la ley Gral del Ambiente: 1º la dinámica de los ecosistemas y siempre en 2º lugar los temas del ambiente y la sustentabilidad. Este orden es irreversible y a prueba de sofismas y otros recursos dialécticos. Aquí, el orden de los factores altera el producto.
18º. Del reconocimiento de la debilidad intelectual y espiritual de los comités de cuenca para encargar estudios de la hidrología de sus cuencas
19º. De la inutilidad de planes de saneamiento de cuencas tributarias soberanamente MUERTAS. Tal el caso del PISA MR por ley 26168 y del Reconquista por ley 12653 y dec 3002/2006. Ambos impugnados en CSJN y SCJPBA. Ver http://www.hidroensc.com.ar/incorte138.html y sig
20º. Del fraude por parte del propio BID, en la tramitación del préstamo para financiar cloacas en cuenca media del Reconquista
21º. De la pobreza santificante, extrema y paralizante del COMIREC, oficiando audiencias públicas mediante tweets e ignorando la ley 13569 sobre audiencias públicas.
22º. Del incumplimiento permanente del 2º párrafo del art 12º de la ley Gral del Ambiente, respecto a la enunciación de la ley particular; que formulando los indicadores ecosistémicos y ambientales críticos - IECs y IACs- del proyecto a considerar, evite en los EIA los acostumbrados cantos de sirena.
23º. Especificidades de acción mínima en esta ley particular para mirar por los tapones terminales de los tributarios urbanos del Oeste llegados a los últimos 20 Kms del cauce del Luján, antes de salir al estuario.
Declaraciones a firmar en este taller de humanidades Balance de opiniones calificando temas puntuales alrededor de 36 demandas de hidrología urbana en SCJPBA que vienen siendo rechazadas por considerar que, de manera manifiesta, la normativa impugnada carece de la operatividad abstracta requerida por la norma ritual para ser objeto de impugnación mediante la acción declarativa de inconstitucionalidad, en tanto fue dictada para una situación particular y concreta, cuyos efectos jurídicos sólo alcanzan de modo directo e individual a la interesada. 1º.- Los abajo firmantes consideramos la norma ritual que mueve a esta adjetivación procesal, como errada y cargando cuotas de severa corresponsabilidad en los efectos de la materia que se deja de juzgar. La operatividad abstracta solicitada por la norma ritual no tiene alcance alguno en materias ecosistémicas y ambientales, con enlaces ineludibles, siempre obligados, comprometido siempre el interés particular, con el interés general. El Bi-os ha estado, está y estará siempre presente en sus vinculaciones. Su enlace no es abstraíble por norma ritual alguna. La CSJN ya ha señalado que estas abstracciones no son aplicables a cuestiones ambientales 2º.- Los abajo firmantes declaramos ser concientes de la inconciencia de haber permitido en los barrios de EIDICO, EMDICO, Nordelta, Puertos del Lago, El Cantón, El cazal y Colony Park, los crímenes hidrogeológicos (art 200 del CPN), cavando para generar rellenos. Cuyas ilustradas demandas lucen en al menos 20 causas en SCJPBA. 3º.- Los abajo firmantes somos concientes de los tapones terminales en las salidas al cauce del Luján, de todos y cada uno de los tributarios urbanos del Oeste. Tapones que nunca han sido acreditados en los planes de saneamiento. Aquí hacemos expresa mención de la inconstitucionalidad de los arts 2º, 3º y 4º de la ley 12653 y de los arts 2º y 3º del Dec 3002/06, al igual que de las 8 acciones visualizadas en su Anexo I respecto al saneamiento del Reconquista, y los procedimientos referidos al Proceso Ambiental, eludidos por completo. Ver http://www.hidroensc.com.ar/incorte138.html y sig Las respuestas a cada uno de los puntos propuestos en la declaración, apreciarán no sólo la firma, sino una síntesis de opinión a cada respuesta. Esta síntesis se propone en los siguientes términos: A-desacuerdo, B-acuerdo. C-sorprendido, D-abismado. A cada participante se le alcanzará una hoja graficada, donde volcará estas opciones con la correspòndiente inicial. Con su firma quedará acreditada su expresión en copia duplicada. También tendrán acceso a este formulario quienes participen desde sus casas. Una dirección de mail les permitirá acercarlo. Su utilidad para evaluar la diferencia de opiniones entre especialistas en las distintas ciencias y particulares, será muy apreciada. Aplicación a mirar la formulación de la ley particular Presupuesto mínimo exigido por el art 12º, ley 25675 en consideración que incumbe a todos los tributarios del Oeste que en vano intentan sacar sus flujos ordinarios mínimos a los últimos 20 Kms del cauce del Luján al estuario.
Soportes termodinámicos que vinculen estos aforos a la voz ecosistema definida por glosario, Anexo I, ley 11723 1º . aforar caudales en la interfaz de salida con imagen aérea que acerque anticipo de sinceridad de las dificultades de los puntos a aforar.
2º . Estimar la licuación generada por la penetración de la energía mareal en los tramos finales del tributario, para hacer también aforos de caudal en áreas anteriores a esos intercambios.
3º . Llevar registros de temperatura de agua cada 0,5 m en la columna de agua; de temperatura a tres niveles del fondo sedimentario y de temperatura exterior a 1 m del pelo de agua. Llevar registros de absorción solar diaria en los esteros y bañados aledaños.
4º . Colaborar con financiamiento a la modelización física de flujos convectivos en las distintas escalas que logren despertar invitación a investigar
5º . A partir de estos soportes comiencen a esbozar los Indicadores Ecosistémicos Críticos que permitan cimentar las derivaciones que cargan los indicadores ambientales críticos; y de aquí se expresen los estudios de impacto ambiental.
6º . se acepte que la pobreza de estos cimientos regala comprensión a la pobreza que viene detrás; que no es a resolver con simplificaciones de ojo mecánico que insisten en sumar siglos a fracasos.
7º . como es obvio que nada de esta tarea ha comenzado, es obvia la pobreza de los comienzos para poner estos procesos en la senda apropiada de la energía solar, sus transformaciones y transferencias.
8º . de la visualización fenomenal, de su conceptualización y de suma de experiencias, se descarten en planicies extremas las modelaciones que la ciencia hidráulica ha venido acreditando sobre soportes de energía gravitacional en caja negra, para así comenzar a descubrir a la voz ecosistema -tal cual la traduce el glosario del anexo I de la ley 11723-, en los compromisos que le corresponde y sin despreciar o escapar a su complejidad
9º. Necesidad de plantear el ensanche del cauce del Lujan en los últimos 20 Kms antes de su salida al estuario. Complementado con la reposición del canal natural de flujos costaneros, El aporte de energía a través del San Antonio y los acoples sumados de los desvíos del Vinculación y otros brazos del Paraná de las Palmas que ya no saldrán por el cauce del Luján. La restauración de la deriva litoral en la costa de Núñez, Olivos y San Isidro.
10º. La necesidad de impedir el acceso de las aguas del Paraná de las Palmas al cauce del Luján. De la interposicion de un eje divisorio de aguas entre Campana y el frente deltario. De los refulados y las nuevas riberas insulares. Los frutos de estos introitos deberían verse algo más ordenados en los próximos días, en esta secuencia a la que espero sumar tarea: Sobre dominialidad Sobre líneas de ribera Sobre demarcaciones Sobre cesiones Sobre restricciones Sobre resposabilidades municipales Sobre responsabilidades provinciales Sobre leyes que reclaman soporte de hidrología Sobre propuesta de ley particular de las cuencas muertas (artº2, ley 25675) Sobre el orden de los factores
Superlativas conexidades entre lo micro y lo macro, entre lo para algunos cabría imaginar como lo particular y lo general esbozado en estas 40 causas de hidrología urbana en SCJPBA. Cuya integridad e integración (conexidades múltiples, propias e impropias), nos alejan de cualquier alegato doctrinario de “abstracción” de concreta vulgaridad eludidora de toda integración y precisa localización. Materia a la que ya he dedicado aprecios y que en esta oportunidad extenderé a partir de calificadas reflexiones que hace 50 años así nos prevenían de este “modo de asumir al mismo tiempo lo fragmentario y la necesidad de falsificación de la unidad. De allí que no exista camino que vaya desde lo fragmentario a la unidad”. Este concepto cartesiano de lo particular y lo general no se manifiesta al observador de Natura, sino como micro y macro. Tanto en uno como en otro está presente lo particular y lo general. Debido a los enlaces de materia y energía en Natura, un particular compromete la cadena que lo relaciona con lo general. Los ecosistemas se entienden en función de sus enlaces, o no se entienden para nada. La “partición” es endeblez que carga la ciencia como receta para catalizar conocimiento. Pero llegados a un punto, este recurso escindidor se vuelve contrario para el entendimiento de estos procesos propios de sistemas naturales asistidos por la energía del sol en un menú de interminables intercambios. El pensar incapaz de "demorarse" en sus objetos "disuelve" los problemas en el paradigma tecno científico calculador, dice Heidegger. Esa incapacidad de demorarse quedó resuelta con extrapolación matemática, cerrando los ojos y buscando apoyo en abstracción y razón. Sólo así se explica que hayan estado un cuarto de milenio modelando dinámica de flujos en horizontal en aguas someras y sangrías en planicies, fabulando energías gravitacionales donde éstas no operan. Todos los tributarios urbanos del Oeste, desde el Matanzas al Reconquista, sin excepción se descubren muertos. Devolución que están dando al hombre tuerto. En la abstracción, la razón imaginativa no busca una conciliación o síntesis de la multiplicidad y la dispersión, sino un modo de asumir al mismo tiempo lo fragmentario y la necesidad de falsificación de la unidad. De allí que no exista camino que vaya desde lo fragmentario a la unidad, dice Heidegger. Así tampoco cabe mentar un universo olístico, u olárquico, sin antes ver paso a paso develados el par, el en sus enlaces de energía, dice mi burro. No sólo falsifican la unidad, también falsifican la generalidad; Para ello bastan extrapolaciones. La pura dispersión en la fragmentación suele ser un modo diferente de "aseguramiento". Frente a ésto, el pensar es nómade en la medida en que ningún camino está trazado de antemano, y en la medida en que debe atravesar el desierto del nihilismo buscando moradas provisorias, dice Heidegger. En ese desierto se nos invita a borrar de nuestras lexicografías las palabras “poder, seguridad y el propio primer pronombre del singular”, dice mi burro; haciéndola extensiva a todas las formas en que como verbo auxiliar la voz “poder” hace acto de presencia una y otra vez en nuestro hablar.Esquivar su uso, activa una y otra vez en conciencia, nuestra confianza, seguimiento y agradecimiento; manifestaciones del amparo en el cohabitar, dice mi burro. Heidegger señala, “al asegurarlo, lo perdemos”. Perder que no apunta a los riesgos, sino al develar; sensible cohabitación del ser en permanente invitación a integridad. Integridad que aquí apunta tanto alos comportamientos, como a las estelas de abstracción que alimentan el dilema entre lo particular y lo general. A distinguir de lo personal, que ya se reconoce revestido del espìritu del vínculo. Y es en la de Natura, en la de lo ambiental, donde con más claridad se evidencia que ni lo particular, ni lo general, olárquico u olístico, interesan. Imaginar la condición olárquica de la es algo demasiado elemental; pero no es en esos términos como la se devela; sino en la transferencia de energías de a uno en uno; de par en par; de rama en rama; de vena en vena; de llama en llama. Si no nos siguieran iluminando a diario las luces del Alba…A la misma preocupación apunta Oliverio Girondo en Inmóvil dure el Alba Lo único que cuenta para el ser, reitero, es el enlace de dos; así se celebra la Vida, sin especulación metafísica, ni necesidad de adentrarnos en vivencias intrafísicas.y muchos menos en doctrinas de abstracciones generales. Advertirán V.E. que no hemos hablado de esencias en el ser pues de nada nos servirían sus supuestos atributos para conmover doctrinas. Antes que sus atributos necesitamos dar a sospechar sus medios de develación, tanto de sí, como del ente. Y a ello apuntamos el valor irremplazable del Bi-os. A esta relación, al de estas causas, a esta concreta reunión sin necesidad de escapar por doctrina de abstracción, van tantas solicitudes innecesarias de conexidad impropia, que por su propio peso en maltratos, localizaciones, temporalidades, energías y materias, se muestran hermanadas. Aprecie la metafísica estos senderos del habla camino hacia el lenguaje, que en prietos bisílabos es dable enriquecer con mayor sinceridad y sencillez la cuestión que por 2500 años viene escapando a cuántica e integridad. No apunto a mecánica cuántica generalizadora, sino a cuántica, de a uno en uno, integradora. Atendiendo a los enlaces naturales entre sistemas naturales olárquicos abiertos que veremos de acercar en pares enlazados, los efectos jurídicos de estas normas particulares trascienden en conciencia lo particular, en manifestaciones de que alcanzan con holgura a superar el propio límite provincial; sorprendiéndonos los interminables enlaces de energía que sostienen la Vida en las sangrías mayores de la planicie intermareal y sus brazos interdeltarios, con el fuego solar y las baterías convectivas aledañas que alguna vez se descubrían en bañados, meandros, costas blandas y bordes lábiles, oficiantes de nunca remplazadas, ni reparadas transferencias energéticas. Sigue imagen publicada el 18/11/06 La abstracción de reconocimiento de estas energías enlazadas para suplirlas por ciegos encierros metafísicos devenidos doctrina, o por extrapolación física matemática de energías gravitacionales en planicies extremas, congelan reflexión sobre sus esencialidades y se ahorran axiologías y facticidades que le llueven por mil en estas causas de hidrología urbana, develadoras de la de las aguas en estos brazos interdeltarios y compromisos invalorables con la planicie intermareal a la que asisten. Dado que la es de reconocimiento muy antiguo poniendo nombre al ser y a sus revelaciones, acerquemos mínima filología a esta voz. Reproduzco de Heráclito este fragmento que hace 2600 años así decía: , que llegándonos traducido como: “la Naturaleza ama el ocultarse", a este burro resulta apropiado traducir como “las fuentes de la Vida aman encriptarse", pues tras abismos de Amor ya no es Natura como ente, sino el Amor que a todo ser lo mueve, que esta voz refiere. La raíz indoeuropea bheud-, en grado cero *bhu, habla del ser, del existir, del crecer, del florecer phul sánscrito, bloom inglés, en estas fuentes de la Vida -o Naturaleza como tardía traducen a esta -, que acerca particular piedad al ocultarse, para revelarse en tránsitos propios de locura, en logos abismal, en los enlaces de los abismos del Amor, en tramas de máxima tensión y en el momento oportuno. Si es en los abismos de los enlaces donde se devela la , pues entonces ya tenemos sobrados sarcófagos “hidráulicos” cargados de penurias desesperando develamiento de esas energías desaparecidas. Develamientos que en mi caso no brotan de leyes o academias, sino regalados de la luz de los abismos del Amor. Intentemos recalar en la como manifestación oculta de la energía del ser, no precisamente como física y mucho menos con las medidas propuestas por el hombre, como ya Protágoras lo hace notar: Medida de todas las cosas es el hombre, de las que son en cuanto que son, de las que no son en cuanto que no son. Vano intento metafísico que busca al ser a través del ente; revistiendo al mismo ente de nuestras propias urgencias y medidas, para que todo presunto desocultamiento quede resuelto en asegurados presupuestos. En este caso, presupuestos newtonianos, modelando sarcófagos con los ojos cerrados y cerrando en adición los ojos al interminable menú que el sol regala para sostener la Vida entera en el planeta. Extrapolar -como en varias causas conexas lo han hecho-, inciensos doctrinarios para decidir que el objeto de la demanda alcanza sólo a situaciones con compromisos jurídicos particulares, cuando de hecho trascienden sus perjuicios a todos los vecinos y al propio fuero federal; o prestas fugas a mentar “modos” de articulación de un Programa de saneamiento ambiental sin que se concrete un embate directo a la constitucionalidad de los preceptos contenidos en la norma citada; calcan trascendidos especulativos de una ciencia y una justicia que imaginan a Natura y a los procesos ecosistémicos y ambientales cortados en pedacitos adjetivos y sustantivos cartesianos, a los que luego una matemática infalible y una dialéctica procesal adjetivando el valor de ultimas ratio discernirá ¿Acaso con estos disfraces eludiríamos el fracaso de 2500 años en metafísica o de 250 años en hidráulica de planicies extremas con soportes físico-matemáticos? Incapaces en esa eternidad de advertir, de abrir los ojos a la ausencia de pendientes mínimas que permitan sospechar la inexistencia de energía gravitacional en planicie intermareal, allí adonde van a parar las miserias colectadas en sus brazos interdeltarios; cómo habrían ahora de desestimar estos esfuerzos si nuestros aportes no han cesado de perseverar en develamiento con el mayor empeño en valorar enlaces y cadenas de integridad. Alejen estos leños del espíritu alimentando el fuego esencial en más de 12.000 horas de específicas entregas, la sospecha de que este actor se hubiera alguna vez conformado proponiendo un confronte esencialmente infraconstitucional
Enlaces convectivos; materia y energía de alcance federal Nuestros cursos de agua reconocen en sus cuencas superiores la presencia de energías gravitacionales fundantes de la dinámica horizontal de sus aguas. Ya en la medias reconocen un mix de energías convectivas y gravitacionales; para terminar aceptando que en las cuencas inferiores sólo operan convectivas. Estas energías nunca fueron modelizadas por la ciencia hidráulica, aunque sí reconocidas como flujos turbulentos verticales; con correlatos lexicográficos en termodinámica, como flujos convectivos internos naturales positivos. Sus energías, las alcanzadas a arroyos y ríos de planicie, son fruto de acumulaciones de las energías del sol en los suelos aledaños: bañados, esteros, meandros dinámicos, que cual cajas adiabáticas abiertas transfieren esas energías por costas blandas y bordes lábiles a las sangrías mayores. Recursos de acumulación y transferencia a las sangrías mayores que nunca fueron reconocidos y por ende, mucho menos respetados por la ciencia hidráulica; que así no tuvo empacho en ocupar riberas, rectificar eliminando meandros, canalizando, tablestacando, profundizando, rellenando, operando cosmovisión mecanicista sin jamás considerar los recursos solares en baterías convectivas y bordes de transferencia eliminados y los millonarios fracasos de sus sarcófagos “hidráulicos”. Ver el abrumador balance “hidráulico” provincial de Elsa Pereyra por http://www.delriolujan.com.ar/agua2.html El gráfico que sigue es esbozo primario de las diferencias de perfil que lucen las canalizaciones de energías gravitacionales, de las convectivas. La escala del 2º gráfico obligó a exagerar las pendientes; que así como en el longitudinal, también en el eje transversal están en el orden de unos pocos milímetros por Km. Si bien la sangría central reconoce un vector consistente, en los planos laterales de muy baja profundidad las transferencias energéticas operan con un delicadísimo tejido de vectores transversales a este eje. Ver imágenes muy afortunadas de estas espontáneas organizaciones en escala micro en planicies extremas anegadas por http://www.hidroensc.com.ar/incorte60.html Ninguno de nuestros aberrantes sarcófagos hidráulicos está en condiciones de acumular y transferir energías convectivas a las sangrías mayores; que por ello, todos nuestros tributarios urbanos proyectando sus salidas de los brazos interdeltarios a la planicie intermareal tocados por la mano del hombre, yacen soberanamente MUERTOS. No hay una sola excepción a este balance de calamidades extremas. Ver video por http://www.muertesdelaliviador.com.ar/bid7.html y su continuación por http:///www.paisajeprotegido.com.ar/eltimon5.html Ninguna doctrina abstrayendo competencia originaria a la especificidad y localización de presupuestos mínimos, remplazará a las miles de hectáreas de bañados perdidas en este breve balance de las agonías de cualquiera de estos tributarios del Oeste, que al no alcanzar las aguas del estuario cargan polución indefinida. Que si bien alcanzan sus aguas a llegar al borde del cauce del Lujan, no logran por diferencias picnales e hidroquímicas, asociarse y trasvasarse a las aguas que descendiendo del Paraná de las Palmas ocupan todo el curso del Luján. Sigue imagen publicada el 18/11/06 Todo el sistema de baterías y transferencias convectivas en bañados, costas blandas y bordes lábiles, desde el inicio del área mesopotámica hasta el inicio de la planicie intermareal, fue eliminado sin el más mínimo reconocimiento de su irremplazable función. Jamás el Laboratorio de humedales de la UBA en Núñez, habló de las dinámicas horizontales de las aguas someras en planicies extremas. Se limitó a considerar las verticales por evapotranspiración e infiltración. Totalmente en el limbo de estos temas está el INA. Sólo una física de flujos doctorada en París y a cargo de la mayor responsabilidad en la dirección de todas las cátedras de hidráulica de la UBA regaló aprecios a estos enfoques sorprendiéndome con una visita muy rica a mi hogar delvicense, acompañado de un ingeniero especialista en imagen satelital interesado en conocer los recursos empleados para editar mis imágenes. Esta historia interminable de pérdidas de enlaces, continúa hasta llegar a la salida del estuario donde una vez más se encuentran frenadas por las aguas que escapan hacia el Sur desde el Paraná de las Palmas y vuelven a demostrar su pobreza en la incapacidad para asistir las dinámicas del corredor natural de flujos costaneros estuariales; el único que ponía en tiempos pasados, límites a la deriva litoral. Hoy la deriva litoral que normalmente reconocía 150 a 180 m de ancho, supera los 4 Kms y anda a la deriva perdida rumbeando hacia el Emilio Mitre. Dejó de ser una deriva litoral para transformarse en una deriva errante que despega desde Núñez su original rumbo costero a más de 45º de error. Recordemos que la deriva litoral es la única gran responsable de la calidad de las salidas tributarias urbanas al estuario. Por ello toda esta madeja de calamidades enlazadas se traduce en la miseria que descubren las salidas tributarias estuariales, ya sean de los escurrimientos pluviales urbanos por sus bastardeadas cuencas naturales, como la de los espiches urbanos. Unos y otros, al ser conducidos vía entubamiento, no tienen la más mínima suerte de alcanzar energia convectiva alguna. Así el caos de los escurrimientos urbanos pone el sello a este balance de disfuncionalidades que comenzó el día que los bañados desaparecieron; y con ellos también los flujos convectivos cuyas energías fundadas en calor y sus vectores en gradientes, se perdieron. Todo el sector de 80 Km2 que va desde el Tigre al Dock Sud y desde el Emilio Mitre hasta la ribera urbana provincial y capitalina, comparten la misma crisis originada en la liquidación de las baterías convectivas. Pedir auxilio al BID para hacer cloacas en Morón no será de utilidad alguna sin antes resolver el tapón termodinámico de salida en este formidable inodoro del Reconquista, generado por múltiples obranzas como las del Aliviador, guiadas por el ojo mecánicio. Ver las abismales diferencias entre un inodoro urbano tapado y otro destapado por http://www.alestuariodelplata.com.ar/guaire.html Pedir al Banco Interamericano 1360 millones para el mentado “saneamiento” del Reconquista tampoco servirá de nada si antes no enfocan esos presupuestos mínimos tantas veces apuntados de la mano del art 41 CN, (arts 2º, inc e) y 6º de la ley 25675 y art 5º incs b, c y e de la ley 25688) que hablan del equilibrio, dinámica y capacidad de capacidad de carga de cada uno de estos ecosistemas, que hoy muestran su condición terminal de cuencas endorreicas, de ríos MUERTOS en la misma interfaz de salida al cauce del Luján. Confundir energías gravitacionales con energías convectivas ha sido el meollo del problema a nivel conocimiento. Sin embargo, hubiera bastado el respeto a los arts 2340 y 2577 del Código Civil con sus debidos soportes hidrológicos con soporte en imagen que resuelve toda fabulación; al art 2º, ley 6254 prohibiendo fraccionamientos; y al art 101 de los dec 1359/79 y 1549/83 prohibiendo criminales “saneamientos”, para que la planicie intermareal no estuviera en sus dinámicas horizontales muerta y el santuario Puelche envenenado. ¿Dónde empieza y dónde termina este problema? ¿Acaso eludiendo esta demanda por el “modo” de fugar, o aferrándose a una abstracción doctrinaria para eludir el reconocimiento de las energías y materias que asisten estas dinámicas horizontales naturales? ¿cuáles son los límites de estas doctrinas, jurisdicidades y juridiccionalidades en normativas y administraciones bastardeadas? Sólo los que hubieran amasado alguna prospectiva del devenir mediterráneo de Buenos Aires alcanzarían a imaginar la tremebunda gravedad del daño y acercarían estudio, reflexión y tal vez un día, mínima respuesta. Perdidas las dinámicas horizontales de los flujos tributarios y estuariales, la escala del problema deviene infernal para toda la gran urbehasta más allá del Dock Sur donde la deriva litoral aún conserva algo de su energía natural. La gravedad de la causa Matanzas Riachuelo, ya alcanza a la conciencia de muchos la certeza de estar bien contagiada a toda la cuenca del Luján y sus tributarios del Oeste. Recordemos que en la causa MR pesa un abismo de conocimiento paradojalmente patentizado en la reciente confesión de ACUMAR expresando después de 6 años que no sabía cómo identificar el pasivo ambiental del PISA MR, Plan Integral de Saneamiento Ambiental de la Cuenca Matanzas Riachuelo, que la ley 26168 había pretendido poner en movimiento. Aquí tenemos otro ejemplo de la falsificación de la unidad que nos señala Heidegger probando que una ley nacional urdida con la experiencia sumada de las calamidades del Riachuelo de al menos 140 años, y enriquecida con las modelaciones matemáticas del INA, la UBA y las universidades de San Martín, de La Plata y del Litoral y las consultorías internacionales del Banco Mundial y el BID y las nacionales de HYTSA y EIHSA, concluye en tremebundas confesiones que dejan a las de Agustín de Hipona en el olvido. Por cierto, la solución vendrá de nueva cosmovisión. El encierro procesal de la causa MR está bien fondeado en doctrina y en falta de especificidad y localización de esos presupuestos mínimos que no ceso de apuntar. Incluso esa falta de localización ignora los compromisos con el Tratado Internac. del Río de la Plata Por su parte, en la boca de salida estuarial del Luján cabe afinar mirada para advertir hasta dónde está comprometida la ciudad de Bs. Aires en transición mediterránea. Estas demandas servirán para en conciencia crítica anticiparla. Ninguna mirada macro es aceptable sin correlatos micro. Ningún planteo hidráulico es aceptable donde no hay pendiente. Ninguna norma es constitucional si ignora los presupuestos mínimos consagrados por el art 41 de la CN. En adición, las jurisdicidades y jurisdiccionalidades en leyes, reglamenta ciones, energías y materias ambientales, son en estos ecosistemas, interminables en los compromisos de sus enlaces termodinámicos. Los efectos jurídicos de la falta de respetos a las dominialidades públicas naturales en estos suelos de la planicie intermareal por debajo de las pautas que señalan los arts 2340 y 2577 del Código Civil con los debidos soportes de hidrología y los regalos de imágenes aéreas puntuales que nos evitan toda fabulación matemática; la falta de respetos a las prohibiciones de fraccionamiento mínimo; la falta de respetos a las prohibiciones de saneamiento sumergiéndose en directo en los más aberrantes crímenes hidrogeológicos de la provincia; la falta de respetos a las cesiones y a las restricciones, trascienden federales hasta donde los orígenes de las ausencias de energías convectivas y la extensión de los santuarios hidrogeológicos hacen valer sus reclamos. Al discurso ambientalista de los humedales le faltó esta especificidad para mirar por las energías que asisten las dinámicas horizontales de las aguas someras y correlatos en sangrías mayores, tributarias de planicie intermareal. En razón de vivir aislado no conozco observador, aparte de este que suscribe, que haya insistido tanto, con auxilio de imagen, en el tema de las disociaciones y capa límite térmica e hidroquímica; en túneles urbanos y estuariales, en arroyitos, ríos pequeños y enormes, salidas estuariales, salidas oceánicas y conos de deposición sedimentaria oceánica, de silenciosos y memoriosos corredores convectivos de aguas dulces por completo disociados no sólo de las aguas inmediatas, sino también y lo que es mucho más grave, de todas los soportes hoy empleados por la ciencia hidráulica y termodinámica de cajas adiabáticas cerradas. Esto que llaman caos determinista aporta, mal que le pese a la ciencia, una visión contraria a la que se tuvo durante mucho tiempo en el sentido de que un sistema se podía conocer si se estudiaban por separado las partes que se advertían lo constituian. La doctrina de la abstracción poniendo barreras a los vínculos entre lo particular y lo general carga mayores vicios y limitaciones que los que carga la ciencia; pues ésta al menos no pone en duda la irrenunciable relación entre macro y micro. Estas vivencias hospedando por algo más de tres décadas el camino de lo particular y lo general, siempre me fue descubierto en un lugar concreto y haciendo foco en lo más pequeño para luego comenzar a atar cabos energéticos en inmediata vecindad. Nunca sentí, por aplicarme al estudio de Newton o por recitar la 2ª ley de la termodinámica, progreso alguno. Por el contrario, para que estos fenómenos que entraban por un par de asombrados ojos hicieran camino por senderos de conceptualización fenomenológica, sólo tenía que atender las vigilias del Alba y tras levantarme a trabajar comenzar a atar cabos para luego comenzar a redactar y no cesar de reiterar impugnaciones a las leyes apuntadas. Por cierto, poco me importa perder tiempo en impugnaciones, si no fuera porque en ese ejercicio reflexiono y pulo en algo mi expresión. La transmisión del develar del ser y su regalo en la entidad de estos corredores convectivos, reclama infinitos mayores esfuerzos que atender el despertar. Agradezco a ese maravilloso ser Alflora Montiel Vivero su fenomenal mirada y transmisión de ánimo, que del valor de su pobreza no tengo dignidad para ... Es imposible, advirtiendo todas las variables conocidas y mucho más sospechando las desconocidas, que la vía de sistemas separados como lo ha hecho el dis-cernimiento científico toda la Vida, conduzca a intelegir los abismos de donde brota la Vida. Antes tendrá que comenzar a valorar las uniones, con órdenes y equilibrios o sin ellos. Pues está claro que la expresión “orden” no es más que una ilusión de lo poco que sabemos. “El orden no es una propiedad de las cosas materiales en sí mismas, sino sólo una relación para la mente que lo percibe”. Maxwell El develar del ente sorprende; el del ser abisma. Ni uno ni otro responde a ley o doctrina. Ambos están llamados a ir a más profundo, a más pequeño, a más íntegro para recibir en devolución lo más original y particular. Que su traducción general sea producto de consumo o doctrina parece inevitable. Pero el hecho de que ese mercado o esa religión, por sus propios intereses prohiba la comunicación que va de lo general a lo particular siempre más profundo, no tiene otra explicación que el temor a bajar a los abismos; ese horror que algunos llaman NADA donde alguna vez Heidegger planteó la angustia metafísica. Ajustaría entonces la expresión de mi amigo picapiedras respecto a la necesidad de falsificación de la unidad. Conveniente lugar para el ocultamiento del ser y necesidad propia del que pone una bella tapa a ese ataúd de donde brotan los abismos de todo develamiento. Unos por temor, otros por respeto y alegría, de sus frutos hicieron doctrina y mercadería. Que luego ambas se aferren a mentar absolutos y garantías no es de sorprender. Tal vez fuera esta la falsificación aludida. El ser al develarse ya dejó atrás a los arquetipos colectivos, no sin antes educarnos en ellos. La cohabitación es en arquetipo personal, vincular; no en marco parental. Estos callan para dar todo el lugar a la fecundidad del vínculo. Los vientos que soplan las Vidas que moraron en abismos llaman desde el Amor de a uno en uno. No necesitan de la seguridad de las doctrinas, ni de los mercados, ni de las mónadas arcaicas, medioevales o cartesianas. Tampoco del conocimiento, pues sobrevolar abismos o acercarse a sus límites no alcanza para morar en ellos; sólo para asustarse y con los ojos blancos salir corriendo. El descenso a cualquier abismo sólo es merced de un Amor particular, concreto y admirable. Por eso es éxtasis donde florece un día la confianza y sin hacer preguntas es llevado a cohabitar. No es abstracto en el sentido vulgar; no es metafísica; no es especulación doctrinaria; no es seguridad y mucho menos poder. Es sólo una hebra de Amor que viene del capital de Gracias del desconsuelo de una Vida que nunca alcanzó patenciación de Amor otra que a sus cercanías. Ese venir no es directo, sino por vinculación, por enlace; probando que hasta lo más sublime se fecunda atravesando el ser con su Amor el eje de dos Vidas. Y a qué sorprender que de amores imposibles se devele lo increíble.
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