Index . a nutrir paisaje protegido mirando por: Cap I Ecología de ecosistemas e hidrología urbana . 20 preguntas confesiones . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . Dinámica horizontal en humedales: esteros, bañados, meandros, cordones litorales . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . Cap II Patrimonios en ámbitos rurales, confesiones . 17 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 38 . 39 . El paisaje construído en Al Maitén . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . Cap III Paisajes culturales . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 . Cap IV El timón 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . Cap V Leyes particulares . introito . 0 . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . 17 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . 28 . 29 . 30 . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 . 38 . 39 . 40 . Cap VI Paisajes interiores Inmanencias . 1 . 2 . . La viga de cruce . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . Joaquín Lera . . jubileo . . creación . . intangibles . . Carlos Lohlé . . Guillermo Roux . . César Pelli .
Confesiones newtonianas 2 Por orden de Presupuestos Mínimos ley 25675 Arts 2º, inc e) y 6º. Primero mirar por el equilibrio del ecosistema y luego lo que se quiera resulte más entretenido para consolar, para prometer sustentabilidad, para forrar con oro el cauce y las riberas y cambiar el agua podrida por una bendita. Todo esto está muy bien. Pero 1º veamos de cumplir los pasos obligados por estos 2 breves artículos de la ley Gral del Ambiente. Compromisos legales con el equilibrio de la dinámica de los ecosistemas hídricos en planicies extremas . Tapones mareales, termodinámicos e hidroquímicos en las salidas de los tributarios urbanos del Oeste. Con aprecios reservados de los interminables sarcófagos mecánicos. Atendiendo esta primera mirada, limitadora de los usos y ocupaciones de los suelos aledaños, ya quedan eliminados terraplanes, albardones, alteos y demás formas de acotar la sección del cauce de un curso de agua. Que ya pronto veremos qué inesperada y abierta entidad, con tan solo una coma antes de escribir la palabra cauce, nos regala Borda para soñar con ellos. Recordemos que la noción de cauce viene dictada por el Art.2577.- Tampoco constituyen aluvión, las arenas o fango, que se encuentran comprendidas en los límites del lecho del río, determinado por la línea a que llegan las más altas aguas en su estado normal. Participando también su noción el Art.2340 modificado por Borda: Quedan comprendidos entre los bienes públicos: 3 - Los ríos, sus cauces, las demás aguas que corren por cauces naturales y toda otra agua que tenga o adquiera la aptitud de satisfacer usos de interés general, comprendiéndose las aguas subterráneas, sin perjuicio del ejercicio regular del derecho del propietario del fundo de extraer las aguas subterráneas en la medida de su interés y con sujeción a la reglamentación; 4 - Las playas del mar y las riberas internas de los ríos, entendiéndose por tales la extensión de tierra que las aguas bañan o desocupan durante las altas mareas normales o las crecidas medias ordinarias; La más benigna exigencia está planteada por el art 2340 que nos acerca un correlato para interpretar el criterio con que cabe estimar a las altas mareas normales, mediante el recurso de referir a las crecidas medias ordinarias. Referencia ésta que recoge el Código de Aguas, ley 12257 en su art 18, al referir: Se considerará crecida media ordinaria a aquella que surja de promediar los máximos registrados en cada año durante los últimos cinco años. Tengamos en cuenta que este artículo fue aprobado a fines del año 1998 en tiempos de ciclos de humedad en la pampa húmeda y pretendiendo el Plan Maestro asistir escurrimientos en áreas endorreicas que en Provincia de Buenos Aires representan aprox 2,5 millones de Has. Puesto que esta normativa carga las pretensiones de Código, no habría ley que se le oponga. Así entonces, esa recurrencia apuntada a 5 años equivalía a pasar al dominio público las 2,5 millones de Has que se pretendían escurrir. Así de geniales y prolijos nuestros legisladores, nuestro redactor MFV y nuestro HPA, mentor del desestructurado imperio en que quedó la DIPSyOH.. Debo aclarar que en oportunidad de intentar avanzar con las obranzas del Plan maestro, las solicitudes a la AdA para demarcar línea de ribera de creciente media ordinaria con recurrencia de 5 años, sumaban una pila de expedientes de más de 1,20 m de altura. Nunca se efectivizó una sola de esas solicitudes porque la hidróloga a cargo de esas tareas, Ing Ana Strelzik, ya había advertido el horizonte de dominialidades privadas que quedaban comprometidas a ser transferidas al dominio público. Por ese motivo, 9 años después y con la mayor discreción reglamentan en el Anexo, Par 2 de la Res 705/07 del MINFRA lo siguiente: “Quedan exceptuadas de la aplicación de la presente norma las mensuras que involucren vertientes que nacen y mueren en una misma heredad (Art. 2.350 del C.C.) , como así también las aguas pluviales que se pudieran estancar y aun correr sin formar cauce, en uno o mas predios, ya que éstas últimas revisten el carácter de privadas” (Art. 2.635 del C.C.). Pero esta excepción no era aplicable sino a áreas endorreicas. ¿Qué sucedería entonces con las áreas de planicies extremas que no lo fueran? Para ellas habría de reglamentarse otra excepción: Res 05/07 del MINFRA, Cap. IV – PROCEDIMIENTO, punto 3º. - SITUACIONES MINIMAS, DONDE EL AGUA EXISTENTE NO SATISFACE USOS DE INTERES GENERAL. Par b) En situaciones mínimas, tales como aguas sin cauce identificable en el terreno, cursos efímeros o intermitentes, líneas de escurrimiento, vaguadas, bañados, humedales, pantanos, aguas estancadas temporalmente y en general, donde la existencia del agua no es importante!!!, la Autoridad del Agua deberá comprobar y declarar si se está o no en presencia de aguas comprendidas entre los bienes públicos en virtud de satisfacer usos de interés general (art. 2.340 inc. 3° del Código Civil). Y aquí dieron el traspies, pues dejaron sin considerar la importancia del respeto debido a los arts 2º, inc e) y 6º de la ley 25675 de presupuestos mínimos, que señalan que antes que los propios temas ambientales y de la sustentabilidad, ésto es: antes que los propios temas de interés general, están los aprecios debidos al equlibrio de las dinámicas de los ecosistemas. Y en este caso, esos esteros y bañados aledaños a las sangrías mayores, frecuentemente llamados con el término generalizador de “humedales”, cumplen la irremplazable función de acumular energía solar, que en la forma de energías convectivas van luego por costas blandas y bordes lábiles, transferidas a las sangrías mayores. De esta manera queda aclarado que no hay necesidad, ni lugar, ni razón para que una AdA determine el carácter privado o público de estas áreas, pues són áreas que por criterios ecosistémicos pertenecen a Natura. Y si fuera puesto en duda este criterio, venga en auxilio nuestro el art 2577 del CC cuando refiriendo de esas márgenes anegables expresa: las arenas o fango, que se encuentran comprendidas en los límites del lecho del río, determinado por la línea a que llegan las más altas aguas en su estado normal. Ya hemos visto que la línea de las más altas aguas en estado normal reconoce correlato en la recurrencia a 5 años. Aún si fuera a un solo año de recurrencia ya tendríamos todo el brazo interdeltario del Luján y toda la planicie intermareal debajo de estos parámetros. Por tal razón vale recordar las 4 veces en 4 siglos que este brazo interdeltario del Luján donde hoy está apoyado el barrio San Sebastián y planicie que le sigue con Muertos del Lago compitiendo en criminalidades hidrogeológicas y aberraciones hidrológicas, hubo de pasar del dominio público al Privado. La causa I 71521 en SCJPBA da cuenta de estos desengaños. Valga el esfuerzo de escudriñar otro detalle del art 2340, inc 3 - Los ríos, sus cauces, las demás aguas que corren por cauces naturales y toda otra agua que tenga o adquiera la aptitud de satisfacer usos de interés general. Aquí Borda, pone una coma entre “los ríos” y “sus cauces”; y en adición refiere de “las demás aguas” e incluso le agrega "otras": “y toda otra agua” que…”tenga o adquiera la aptitud de satisfacer usos de interés general”. En este frase ya nos descubre 3 aguas, que por nuestra cuenta imaginamos al menos estuvieran de alguna forma vinculadas. Y en adición, separa el concepto de cauce, del concepto de agua. Todo esto resulta muy interesante, pues aunque Borda no lo hubiera expresado, aclarado o siquiera intuído, así lo expresó para nuestro provecho, el que hemos venido insistiendo durante años, del particular valor que alcanzan los cauces, en función de si son meandrosos, con vegetación en sus márgenes, -que ya no es un problema la variable de Manning, pues esos yuyitos sobresaliendo del agua cargan y transfieren energía solar-, libres de sombras y de árboles en sus márgenes –los benditos talas crecidos en los alteos de las no menos benditas e inútiles limpiezas de lecho-, con costas blandas y bordes lábiles, con reservas de cauce para las grandes escurrentías, (ley 6253, dec 11368/61, art 59º ley 8912), etc, etc. Si Borda se dió el gusto de poner esa coma y señalar 3 tipos de agua que adquieren relevancia en su enunciado y nunca más nadie se dió por enterado de qué hubiera querido significar con esos discernimientos callados, por no decir herméticos; pues entonces nosotros estamos aventajándolo; pues sí tenemos mucho para decir de cada una de esas aguas, de cada uno de esos cauces por mil detalles diferenciados. Si del Amor a los patrimonios se logra inferir alguna Gracia que hubiera templado el discernimiento de Borda, ese patrimonio luce instalado en las tierras solariegas de San Bartolo, de la Familia Borda en Alpacorral. Allí las pendientes y las energías gravitacionales lucen por doquier. También lucen los diferentes cauces, bien diferenciados de los tiempos estivales a los invernales. En sus orillas, en tiempos de niño habrá jugado en su lecho casi seco con sus guijarros; en tiempos de crecidas se habrá asustado de ver guijarros mucho más grandes amenazando; y ya mayor habrá recogido imágenes de ese Río 4º que le movía a dar a la palabra “cauce” un lugar especial, diferenciado del agua que tantas meses al año se ausentaba. Si hubiera tenido la suerte de tener un Google Earth con resoluciones asombrosas y mirado tantos maravillosos cursos de agua, altimetrías, deducido pendientes, advertido cargas sedimentarias y acopiado estudios de hidrología, es probable hubiera quedado embriagado y hubiera puesto a esos párrafos algo más que comas. Favorecida mi suerte con estos recursos que Borda nunca sospechó –y mucho menos el genial Newton-, de inmediato me vienen a la memoria las imágenes del Bermejo y sus “cauces” enlazados, de extraorinaria amplitud, que en algunas áreas superan los 10 Kms de ancho, coparticipando trabajo termodinámico. Y por cierto, en ellos es dable imaginar, discernir, calificar algo más que 3 tipos de aguas. Y todas ellas relacionadas por gradientes térmicos que las hacen copartícipes de una misma tarea central. Anualmente, más de 70 millones de m3 de sedimentos marchan a espaldas de estos vehículos que llamamos H2O -con tantas moléculas en tan solo una gota como estrellas hay en nuestra galaxia-, llevando a 5000 Kms de distancia hasta el más profundo océno, a más de 5000 m de profundidad, esas cargas. Y todo ese tránsito, abrazadas esas aguas en la abismal inmensidad salada, sin perder su dulzura, sin perder su identidad. No es tarea de observación que haya sido advertida por el satélite Aquarius, midiendo niveles de sal en profundidades de 10 cms respecto del pelo de agua. http://www.alestuariodelplata.com.ar/viajesedextra.html El Bermejo reconoce picos normales de 60 a 1200 m3/s. Sus pendientes promedio no superan los 30 cms/Km., disminuyendo ostensiblemente en sus meandros. Suficientes, no obstante, para reconocerle a sus aguas provechos gravitacionales. Pero si advertimos la fenomenal extensión de sus infinitos cauces, meandros dinámicos exhibiendo una energía feroz allí mismo donde la gravitacional disminuye, fácil resulta advertir que las transferencias de energías convectivas de las inmensas baterías conformadas en los esteros aledaños, superan con creces toda la energía que consume la población argentina. Y aún resta señalar, que la fenomenal carga sedimentaria que transportan esas aguas es acopiadora de esas mismas energías que cargan los esteros. El sol no sólo también a ellos alcanza, sino que una vez salidas las aguas al ancho estuario, al vasto mar y al inmenso y profundo océano, son ellos los que ofician de motores con el combustible solar en ellos atesoradas. Es curioso advertir cómo nuestro imaginario mecánico no dudaría un instante en señalar, que si dos cursos de agua se encuentran navegando por el mismo cauce, estimaríamos con prioridad de libertad y velocidad de flujos al menos cargado de sedimentos. Pues éste es el error que carga el ojo mecánico desde que tenemos uso de razón. Sin olvidar que siempre la más simple razón es la que usamos. En el encuentro en Manaos, del río Solimoes que viene cargado de sedimentos con el Negro que no los carga -por eso el nombre habla de la mucho mayor penetración de la luz-, se nos regala la advertencia que sólo la termodinámica de sistemas olárquicos naturales abiertos está en hoy en condiciones de explicar. Y he dicho explicar; pues aún sin explicación alguna es visible que el Solimoes marcha a más velocidad que el Negro. Y ambos en el mismo cauce. Si este ejemplo y el del Bermejo no parecieran suficientes o confiables, invitamos a mirar y hacer balance de este Amazonas por la eficiencia de salida de las aguas al mar (aprox. 130.000 m3/s), por los variadísimos cauces con incontables meandros e infinitos esteros aledaños (cargando cada cm2 de ellos no menos de 800 calorías diarias); por los sedimentos transportados (1200 millones de m3 anuales) y por las míseras pendientes que reconocen 2 mm de promedio en los últimos 900 Kms antes de salir al Atlántico. Sin embargo, en esa planaridad extrema, este Sr Amazonas reconoce energías del sol a su servicio que con creces superan toda la energía que consume el hombre en el planeta. Y estimo no ser exagerado si señalo que nunca hemos prestado atención a ellas, pues siempre estimamos que esas energías son resultado de las pendientes, siendo ellas las que sacan las aguas al mar. Pues aquí se nos muestra ya no lo contrario, sino lo inesperado; que si no nos alcanzan explicación no es ni lo contrario, ni es nada. Y por ello seguiremos creyendo lo que desde Newton a la fecha viene modelado con recursos extrapolados de energía gravitacional fabulada. Tan cómodo es aferrarse a la explicación más simple, que durante 300 años hemos derivado a sarcófagos mecánicos con esa simplificación extrapolada sin la más mínima duda. ¡Qué ingenuidad o qué comodidad la del elegido más simplificado, lejos de cualquier complejidad! ¿Será por ello que creemos que basta tener un digesto de leyes para saber cuál elegir y confiar hemos tomado el camino apropiado? Pues entonces ya tendremos pronto software para administrar justicia. ¿Será por ello que confiamos en el que más nos promete y menos nos pide para elegirlo como el mejor vocado? ¿Será por ello que siempre valoramos lo simple y eludimos lo complejo? Pues no está mal. Eso nos deja mucho tiempo libre. Pero el caso es que la ley 8912 no sólo viene siendo bastardeada por los más inteligentes, sino que toda esa inteligencia sumada y multiplicada con créditos y favores, no alcanza para remediar uno sólo de nuestros tributarios urbanos del Oeste soberanamente MUERTOS; cuyas evidencias de salidas obturadas, por algún misterio nadie quiere al parecer mirar. Incluyo a las excelencias ministeriales de la CSJN. Ver causa D-473/2012 en CSJN Antes de descender a estos pagos pampeanos volvamos al Amazonas para cerrar un rápido balance. Este curso reconoce en los últimos 900 Kms tan sólo 2 mm de pendiente x Km. En tanto nuestro Paraná reconoce un mínimo de 4 mm x Km en los últimos 120 Kms. Sin embargo, el Paraná saca al estuario sus aguas a 1,3 nudos/hora. En tanto el Amazonas lo hace a razón de 4 nudos/hora. Tres veces más velocidad con la mitad de pendiente. (1 nudo=1856 m) ¿Cuál es la diferencia? Esa energía solar que llega al suelo y por esteros, meandros, costas blandes y bordes lábiles es transferida a la sangría mayor; en tanto su descomunal carga de sedimentos hace lo propio. Esa es la diferencia. La pendiente le juega en contra y sin embargo… nosotros gracias al ojo mecánico seguimos en la luna. Así las cosas, a qué sorprenderse que Borda haya puesto una coma entre la palabra agua y la palabra cauce. Me parece que aquí estamos poniendo muchas comas, con el bien probable resultado que muchos “especialistas” mecánicos queden indigestos de haberse comido tantas comas. Sin gestos. Negando todo y proponiendo hacer un plan maestro para el río Luján -al que ya el estado Italiano hubo regalado uno bien extenso-. Así pedalean el progreso de sus conocimientos para colaborar en inútiles diferimentos, crímenes hidrogeológicos e interminables pobrezas de criterio con buen saldo de entreveros en descalabros hidrológicos. Por este otro lado, Gracias a una Musa, si Borda quiso ser misterioso, creo que aún siendo burros, ya lo hemos superado. Este breve relato ha tomado en cuenta tan sólo un par de artículos del CC. Ya haremos más largo el paseo, pues no vemos motivos, ni tenemos deseos de abreviar. Los 300 años dedicados a modelar fabulaciones no merecen brevedades como devolución, sino unas cuantas advertencias en el mismo clavo. Agradezco a mis Queridas Musas. A Alflora Montiel Vivero su ánimo e inspiración durante los últimos 10 años. A Estela Livingston su expresión en los últimos 29 años. Francisco Javier de Amorrortu, 14 de Marzo del 2014
Comentarios del Dr. Héctor Negri, Presidente de la SCJPBA publicados en La Nación del día 15/3/2014. R. "¿Usted cree que con un Código Penal se compone la Argentina?". R. En este momento, algunas de las propuestas para reformar el Código Penal me han dejado un tanto perplejo. Como me dejan perplejo, como juez, algunas de las respuestas actuales. Estamos en una materia muy delicada. Una coma varía todo un artículo. P. -En términos generales, ¿cree que un código penal debe ir hacia un alivio o un endurecimiento de las penas? R. -La respuesta es más complicada. El Código Penal es el parche cuando el delito se produjo. Es tarde. Estamos en una sociedad con muy fuertes problemas. La violencia, por ejemplo, en los partidos de fútbol. La violencia en las calles. Las protestas que se expresan con agresiones físicas. El problema es previo al Código Penal. P. -¿La Presidenta debería ocuparse de otras cuestiones antes de la reforma del Código Penal? R. -Debe ocuparse de todo. R. Yo fui asaltado tres veces en el auto. Una vez camino acá, a la Corte. Me apuntaron con un revólver en la cabeza a mí y con otro, en la cintura, a mi chofer. Yo tenía un arma acá, en la cabeza, y el chofer, acá [en la cintura]. Eran dos personas, cruzaron la calle, se metieron en el auto y nos sacaron la plata. Estamos expuestos permanentemente. ¿Esto es por el aflojamiento de las penas? Es por el aflojamiento de ciertos vínculos en la sociedad. R. Es cierto, en general, que el endurecimiento de las penas no ha servido. Pero tampoco ha servido aflojar las penas. Han fracasado uno y otro sistema en hechos puntuales. Los dos sistemas han fracasado. P. -¿Estamos ante una catástrofe? R. -¿Vos creés que no? No usaría la palabra catástrofe, pero estamos ante un dilema muy fuerte. Si ante el endurecimiento de las penas bajara el delito, yo lo suscribo. No fue así. Tampoco el aliviar las penas. Hay un movimiento pendular. Hay problemas que no son posibles de remediar desde la justicia penal. Está el problema de la droga, fortísimo. Muy grave. Los delincuentes han perdido sus códigos.
Un comentario personal 5 días anterior Nota: Ramiro Gutiérrez, el hombre tras las críticas del massismo Bravo! un Hombre serio y trabajador. No es poca cosa en un país con un nivel de intérpretes que parecen salidos de un metegol. Las opciones mano dura o blanda que plantea Zaffaroni son de un reduccionismo propio de un cáliz personal colmado a punto de vaciarse. Los matices de la transformación humana en la pena, son los que hay que considerar para acompañar al espíritu en la obra personal. Eso reclama ejemplaridad y máxima seriedad. Tarea que excede el plano intelectual. Larga Vida para Ramiro Gutiérrez. Francisco Javier de Amorrortu . 10.03.2014 | 10:49
Comentarios que me llevan a este otro 36 causas de hidrología urbana en SCJPA, 11 millones de caracteres, 10 años de trabajo en esta sede judicial para jamás alcanzar la más mínima respuesta, otra que no fuera la que transmito en este otro comentario: El arte de las particiones está haciendo estragos, tanto en ciencias exactas, como naturales, ambientales y por cierto, en las adjetivaciones procesales. Los rechazos in límine señalando que la operatividad abstracta requerida por la norma ritual para ser objeto de impugnación, en tanto fuere dictada para una situación particular y concreta, sólo alcanzan sus efectos jurídicos de modo directo e individual a la interesada, no advierten que no es dable en términos ecosistémicos, ni tampoco ambientales, eludir la relación entre lo particular y lo general. La aprobación de un proyecto que incluye cambios de uso del suelo, afecta mucho más allá de su entorno inmediato. Esa trascendencia es la que en primer lugar cabe hacer visible, para que estos recursos de abstracción en las adjetivaciones procesales se vean obligados a reflexionar sobre la integridad esencial de sus decisiones. Francisco Javier de Amorrortu. Ver http://www.hidroensc.com.ar/cortemr9.html . /cortemr6.html y /cortemr3.htm . . . 05.02.2014 | 17:58 sigo: 17 años de trabajo en denuncias administrativas con más de 17.500 folios de escritos, que sumados a los que siguieron en SCJPBA ya superan los 29.000. Sólo en la web hay subidos más de 30 millones de caracteres. Acuerdo con el Dr Negri que ésto no se resuelve con un nuevo código. Que ésto Es por el aflojamiento de ciertos vínculos en la sociedad. Que Los delincuentes han perdido sus códigos. Pero lo particular de estas demandas es que apuntan contra los más encumbrados funcionarios y los más encumbrados mercaderes de suelos, que no andan metiéndose en el auto del Presidente de la SCJPBA para amenazarlo de muerte con una pistola en la cabeza. Que no lo han hecho 3 veces, sino centenares de veces y roban algo más que billeteras. Viendo mi tesón para estudiar y demandar, ahora recibo solicitud de un asesor legislativo para ayudar a considerar una reforma de la ley 8912 sobre el uso y ordenamiento del suelo; con énfasis en especial mirada a las aguas y a los patrimonios. ¿Qué hago Estimado Dr. Negri? ¿Le respondo que estas calamidades son por el aflojamiento de ciertos vínculos de la sociedad? ¿o incluso, porque los delincuentes han perdido sus códigos? El Asesor General de Gobierno, bellísima persona de quien no dudo de su bondad, ¿será corresponsable de haber autorizado esa parva de normativas obscenas por las que una y otra vez vengo demandando? ¿Servirá de algo alcanzar la más bella actualización de la 8912? ¿Ayudará a que el ACUMAR entienda por qué no alcanza a identificar el pasivo del PISA MR y se ahorre de gastar en un año $7400 millones? ¿Cuántas pistolas en la cabeza representan estos entuertos? ¿Qué hacemos Dr. Negri? ¿Nos sentaremos algún día a conversar a ver qué hacemos? Nunca he pedido NADA. Tampoco ahora. Mi lucro es sentirme útil. Tengo 72 años, realicé 33 años de aportes jubilatorios sin una sola falta y no aprecio siquiera iniciar los trámites. Nunca he tenido en 34 años quien limpiara mi casa, lavara mi ropa o hiciera mi comida. Nunca tuve secretaria, chofer o gestor. Con ésto pruebo ser bastante austero y sencillo. En estas condiciones quiso la Vida educarme, para hoy sentirme útil a pesar de luchar en el vacío. Por cierto, comprendo el encierro de circunstancias que lo mueven a rechazar todo in límine. Realmente lo comprendo. ¿Pero es acaso solución para nuestras aguas, suelos y subsuelos, esta mutua comprensión de nuestras perplejidades? Le acerco un cálido y respetuoso saludo. Francisco Javier de Amorrortu, 15 de Marzo del 2014
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